­Aparatoso fuego en el centro de Manacor. Un edificio de cinco plantas de viviendas tuvo que ser desalojado ayer al mediodía tras un incendio declarado en el segundo piso. Las llamas devoraron una habitación y el humo se extendió por todo el domicilio y parte de la finca. Los vecinos fueron evacuados y no podrán regresar a sus casas en 24 horas por cuestiones sanitarias, ante el riesgo de que inhalen humo y otros gases acumulados. Esta medida preventiva se tomó para evitar que se produjeran intoxicados. Así, los residentes afectados de la calle Major tuvieron que ser realojados en un hostal y en otros inmuebles. La mayor parte se trasladó a viviendas de familiares. Los Bombers de Mallorca, que sofocaron el fuego, rescataron a varios moradores desde sus balcones con el camión autoescala. Entre los vecinos desalojados se encontraban una niña y un bebé de corta edad.

Los trabajos de extinción fueron seguidos atentamente por más de una decena de testigos que se concentraron en los alrededores del edificio de la Banca March, ubicado en la calle Major, en pleno centro de Manacor. En el momento en el que fueron evacuados varios vecinos a través de la escalera de los bomberos, hubo instantes de tensión y nervios, ante el temor de que algún residente quedara atrapado. El siniestro finalmente se saldó con daños materiales y no hubo heridos, solo tres intoxicados leves. El olor a plástico quemado se extendió hacia la plaza de sa Bassa, en el casco antiguo de la localidad.

Los hechos ocurrieron ayer sobre las once y media de la mañana cuando se originó un incendio en un segundo piso de un bloque de cinco plantas en la calle Major de Manacor. El fuego en poco tiempo alcanzó grandes dimensiones y varias personas alertaron de que salían llamaradas muy intensas por una de las ventanas del domicilio.

Rápidamente, se movilizaron las dotaciones de los Bombers de Mallorca, la Policía Local de Manacor y los servicios sanitarios del 061. Los efectivos se desplegaron por las estrechas calles del centro del municipio y acordonaron la calle Major para facilitar las labores de extinción.

Humo acumulado

Los bomberos apagaron las llamas, que destruyeron una habitación del segundo piso. Pero el principal problema que se encontraron fue el humo acumulado en todo el inmueble, que también se extendió por el edificio. El humo, junto con las altas temperaturas registradas, causó daños materiales en la vivienda.

Mientras tanto y para evitar que se produjeran intoxicaciones, los especialistas decidieron rescatar a una familia a través del balcón de su casa. La maniobra del camión autoescala fue seguida con gran expectación por varias personas desde la calle o bien desde otros balcones. Entre los vecinos que fueron evacuados, había menores, como una niña o un bebé de corta edad. Ninguno sufrió lesiones.

Después del rescate de varios moradores, se optó por desalojar por completo la finca de viviendas de cinco plantas, que se encuentra sobre unas oficinas bancarias.

Los bomberos inspeccionaron el edificio siniestrado mientras procedían a ventilar todas las estancias afectadas. Ante el riesgo de que los moradores inhalasen gases tóxicos, los especialistas determinaron que la veintena de vecinos afectados no podían regresar a sus hogares en 24 horas como medida preventiva. Por ello, los perjudicados buscaron otras viviendas, normalmente de familiares, para pasar la noche. Cinco fueron realojados en un hostal.