Caso Abierto - Diario de Mallorca

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Piden 55 años a un pederasta alemán por realizar vídeos y fotos porno a dos niñas

La Audiencia de Palma juzgará el lunes a uno de los mayores pedófilos de la isla, acusado de corrupción de menores, abusos sexuales y exhibicionismo. El fiscal pide 36 años para los padres de las menores por cobrar tras distribuir el material por Internet

El supuesto pederasta alemán, con polo negro, en los juzgados de Vía Alemania, en Palma. B. Ramon

La fiscalía reclama penas que suman 55 años de prisión para un supuesto pederasta alemán por realizar miles de fotos y decenas de vídeos con un alto contenido sexual a dos hermanas, dos niñas de diez y doce años, en distintos puntos de Mallorca y luego distribuir el material pornográfico en círculos cerrados de pedófilos a través de Internet a cambio de dinero entre 2012 y 2013. La Audiencia de Palma tiene previsto juzgar al sospechoso, Michael P.P., de 47 años y residente en Alaró, actualmente encarcelado y considerado como uno de los mayores pederastas de la isla, el próximo lunes. Está acusado de un rosario de delitos: corrupción de menores, exhibicionismo y seis delitos de abuso sexual. Además de utilizar a las víctimas en rodajes y sesiones fotográficas eróticas prácticamente una vez por semana, el procesado presuntamente las sometió a tocamientos íntimos en varias ocasiones. Y también habría abusado de un niño de tres años cuando ambos se bañaban en una playa de Mallorca en septiembre de 2013.

El acusado germano filmaba y retrataba a las dos niñas supuestamente con la connivencia de los progenitores. Por ello, el fiscal también acusa a esta pareja de compatriotas de dos delitos de corrupción de menores, por los que solicita sendas condenas de 18 años de cárcel, así como la privación de la patria potestad. Se trata de la madre de las dos hermanas perjudicadas, de 33 años, y el padre de una de ellas, de 42, ambos de nacionalidad alemana, quienes presuntamente cobraban entre 100 y 300 euros, junto con el principal imputado, cuando las imágenes de sus hijas eran distribuidas entre internautas de Holanda, Alemania, Canadá o Estados Unidos.

La pareja residía con las dos niñas en un domicilio situado en una localidad a las afueras de Palma y estaba al corriente de las reiteradas sesiones fotográficas que su amigo llevaba a cabo. Los padres llegaron a ingresar en prisión provisional por estos hechos en enero de 2014 pero dos meses más tarde salieron libres. Mientras, las dos menores quedaron bajo la tutela del Institut Mallorquí d´Afers Socials (IMAS) del Consell de Mallorca al declararse su situación de desamparo.

La Policía Nacional, en una compleja investigación en la que se rastrearon multitud de cuentas y espacios virtuales de seguridad por Internet para desenmascarar a los pedófilos que se comunicaban entre sí y pedían reportajes pornográficos a la carta, logró intervenir al principal sospechoso, Michael P.P., 23.461 fotos y 59 vídeos, la mayoría de pornografía infantil, confeccionados por él mismo. En gran parte del material incautado aparecían las dos hermanas de 10 y 12 años, pero también había imágenes de otros menores no identificados.

Según la versión de la fiscalía, entre abril de 2012 y septiembre de 2013, Michael P.P., que cuenta con antecedentes al haber sido condenado en 2011 a un año de cárcel por corrupción de menores, se dedicaba a fotografiar y grabar en vídeo a las dos niñas ya fuera desnudas, con lencería femenina, en ropa interior, con pañales, mostrando directamente sus zonas íntimas o bien posando con un claro contenido sexual. Para ello, utilizaba diversas cámaras y luego enviaba el material por la Red a través de correo electrónico o un espacio virtual cerrado frecuentado por pedófilos, quienes pagaban con dinero o ropa que luego se ponían las víctimas durante las sesiones fotográficas, según la acusación. El dinero lo recibían tanto el autor de las imágenes como los padres de las niñas.

La Policía analizó una web en la que se difundía pornografía infantil y a partir de ahí descubrió todo el entramado y comprobó que las fotos se habían realizado en un taller mecánico en el polígono de Son Oms, donde el principal acusado trabajaba como empleado. Tras varias averiguaciones, los agentes se incautaron de una ingente cantidad de material pedófilo que también había sido confeccionado por el germano sospechoso en su casa de Alaró, en un primer piso frente al taller o bien en playas de la isla.

En los registros practicados, la Policía halló lencería femenina, artículos sexuales y material informático.

En algunas imágenes, incluso aparecía el sospechoso desnudo ante una de las víctimas o bien se bañaba y duchaba con ellas y supuestamente abusaba de ellas. El hombre colmaba de regalos a las dos menores con artículos tecnológicos por los reportajes que les hacía y daba a los padres el 50% de lo que ganaba.

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