Una mujer de mediana edad fue juzgada ayer en Palma por presuntamente abrir la correspondencia de una antigua compañera de piso y luego repartir copias en la entrada de la iglesia a la que ambas acudían con la intención de desacreditarla y demostrar que mantenía una relación sentimental con su marido. La sospechosa, que está acusada de un delito de descubrimiento y revelación de secretos y una falta de lesiones, ya que supuestamente también agredió a la víctima, ayer se acogió a su derecho a no declarar.
Por su parte, la perjudicada manifestó que la imputada la golpeó el pasado 5 de enero de 2013 en el domicilio que compartían y por ello, al día siguiente, decidió abandonar la vivienda. Luego, la presunta agresora le dijo que le iba a hacer la vida imposible. "Cuando me veía, me decía: 'Me las pagarás con tus hijos'", declaró la afectada. "Todo lo que hizo fue por celos. Ella estaba celosa", añadió la mujer, quien insistió en que ella no se había acostado con su esposo.
La víctima, además, explicó que en una ocasión la acusada difundió copias de su factura de teléfono, que había sido abierta sin su consentimiento, en la entrada de la iglesia. "'Mira lo que tengo, todas las llamadas y se las voy a repartir a todas', me dijo en la congregación. Luego, varias amigas me entregaron las copias de las facturas", destacó la mujer. La perjudicada detalló que lo que más le dolió fue que la sospechosa llamó a su familia, a su marido y a sus hijos, a su país para contarles falsedades como que no les mandaba el dinero que ella cobraba en España. Según su versión, cuando la encausada telefoneó a sus familiares, utilizó el contenido de la carta que previamente había abierto, que eran facturas con el registro de llamadas. "Yo la perdono de todo corazón pero que ella rectifique lo que dijo a mi esposo", aseguró.
La fiscal reclamó ayer una condena de cuatro años de prisión y una multa para la acusada por descubrimiento y revelación de secretos y una falta de lesiones. El ministerio público retiró la petición de indemnización porque la afectada renunció a ser compensada durante la vista oral. Mientras, el letrado de la defensa solicitó la libre absolución de su representada.
Dos testigos confirmaron la versión de la denunciante y señalaron que la sospechosa primero la agredió y posteriormente difundió copias de una carta en la iglesia. "Yo la vi entregando las copias a toda la gente en la iglesia. Eran hojas con los números de teléfono y salía su nombre. Iba cargada y a mí me dio una", recordó una de las testigos.
La perjudicada relató que vivió con la acusada y su familia cinco años y medio hasta que acabó la buena relación que tenían. "Le contaron que yo me había acostado con su marido. Y no es así", puntualizó. Luego, descubrió que le habían abierto su factura de teléfono y que faltaban hojas.
