Ocho jóvenes imputados se conformaron ayer con penas que suman 27 años y medio de prisión por dedicarse a traficar con drogas en Santa Ponça (Calvià) desde mediados de 2012 a principios de 2013. Los acusados se declararon responsables de un delito contra la salud pública en la Audiencia de Palma y uno de ellos además aceptó una multa por hurto al haber sustraído 2.000 euros de una chaqueta que se hallaba en un apartamento de la urbanización Bellavent donde su madre limpiaba.

La sección segunda ha condenado a seis sospechosos a sendas penas de tres años y un mes de cárcel, mientras que a otros dos encausados les impone cuatro años y medio al ser reincidentes, ya que cuentan con sentencias anteriores por narcotráfico. Un noveno implicado ha resultado absuelto después de que la fiscalía retirara los cargos contra él.

Los ocho jóvenes se dedicaban a la venta de cocaína, marihuana, hachís y éxtasis entre terceras personas en sus domicilios o bien en zonas de ocio de Santa Ponça y Peguera desde septiembre de 2012 a febrero de 2013.

Uno de los acusados adquiría los estupefacientes a otro sospechoso con el que normalmente se reunía en aparcamientos públicos. Según la versión de la fiscalía, llevaban a cabo las transacciones de droga dentro del vehículo de uno de ellos. Luego, una vez se había aprovisionado de las sustancias, revendía la cocaína y la marihuana bien acudiendo a los domicilios de sus clientes o bien la distribuía en locales de ocio de Santa Ponça.

Para traficar, los sospechosos contaban con intermediarios y cuando a uno de ellos le faltaba mercancía, un familiar le entregaba varias cantidades. Tras los registros efectuados por la Guardia Civil, los agentes se incautaron de pequeñas partidas de droga, dinero, básculas de precisión, teléfonos móviles y sustancias de corte para adulterar la droga.