La fiscalía solicita penas que suman 58 años de prisión para cincio presuntos miembros de una banda de narcos que introducía en Mallorca grandes partidas de cocaína desde Sudamérica. La organización, asentada en Palma, contrataba a correos para que viajaran a países como Venezuela y regresaran con la droga. Uno de ellos, al que habían pagado 8.000 euros por el encargo, fue interceptado en Caracas con 6,3 kilos de cocaína. Está previsto que el juicio comience hoy en la Audiencia Provincial.

Los acusados, según el relato del ministerio público, se dedicaron a la venta de estupefacientes al menos desde finales de 2012 hasta que fueron detenidos en abril del año siguiente. Los dos cabecillas de la banda se encargaban de organizar la llegada de la droga a Mallorca. La Policía averiguó que en enero de 2013 contactaron con con un camionero para que se desplazara a Barcelona y trajera cocaína camuflada en su vehículo, aunque no llegó a realizarse el transporte.

Poco después, los acusados captaron a otro hombre. Le pagaron 8.000 euros por un viaje a Venezuela, donde fue intercerceptado cuando regresaba a Mallorca con 6,3 kilos de cocaína oculta entre tabletas de chocolate. El correo fue condenado allí a 10 años de prisión por estos hechos.

Los otros tres procesados en la causa actuaban como distribuidores de la droga que llegaba a la isla. Para ello disponían de varios pisos francos en Palma en los que almacenaban y manipulaban la cocaína. Los cabecillas llegaron a utilizar hasta 15 líneas telefónicas diferentes para dificultar la investigación de la Policía, que desarticuló la red en abril de 2013. En los domicilios de los sospechosos se encontró medio kilo de cocaína.

La fiscalía considera a los cinco acusados autores de un delito contra la salud pública. Para los dos supuestos líderes de la banda solicita sendas penas de 14 años de prisión, mientras que los otros tres sospechosos reclama 10 años de reclusión.