Barry volvió a hacer gala de su finísimo olfato para localizar un alijo de seis kilos y medio de cocaína que acababa de llegar a Menorca oculto en un coche. El perro antidroga marcó un vehículo que se encontraba en un ferry procedente de Barcelona. Después de que el can detectara la droga, la Guardia Civil detuvo al conductor, de nacionalidad colombiana, por un presunto delito contra la salud pública.

La aprehensión se realizó en el puerto de Ciutadella después de que la Guardia Civil activara el dispositivo especial de vigilancia tras la llegada de un buque de línea, procedente de la Ciudad Condal. Un agente del Servicio Cinológico del Instituto Armado cogió a Barry y le hizo pasearse por los equipajes y por los vehículos que viajaban en la bodega del barco.

El animal volvió a demostrar por qué está considerado el mejor perro antidroga de la Guardia Civil destinado en Menorca. El perro marcó sin ningún género de dudas que había droga oculta en el interior de un coche.

A continuación, agentes de la Guardia Civil realizaron un minucioso registro del vehículo para tratar de hallar la sustancia estupefaciente. Los efectivos del Instituto Armado localizaron un doble fondo practicado en el salpicadero del coche. En el interior se ocultaban 23 paquetes de cocaína camuflados en envoltorios de plástico negro.

El pastor alemán Barry ha demostrado sobradamente su eficacia desde que en 2008 se incorporara al Servicio Cinológico de la Guardia Civil en Menorca. Este perro es, con creces, el animal que más incautaciones de droga y mejores estadísticas posee desde que se instauró esta Unidad en la isla.

Este can tiene encomendadas numerosas misiones relacionadas con la droga. Sus servicios se centran en la prevención del consumo de sustancias estupefacientes en centros escolares, controles en puertos, aeropuertos y en empresas de paquetería.

La acción más destacada de este perro fue la detección de dos toneladas y media de hachís en una nave industrial de Maó, 6,670 kilos de cocaína y 39 kilos de marihuana.