El joven sueco de 30 años que el domingo de madrugada murió al caer desde unos ocho metros en la muralla de Palma regresaba a su casa ebrio tras pasar la noche de fiesta. La víctima vivía en un edificio en las inmediaciones de la catedral y al parecer había estado con unos amigos por la zona en las horas previas a la caída. La autopsia confirmó que Jan M.F. falleció debido a los gravísimos traumatismos que sufrió al precipitarse en la zona de ses Voltes. Todas las pesquisas de la Policía apuntan a que se trató de un accidente.

El hombre, nacido en Estocolmo, estaba afincado en Mallorca desde hacía varios años. Era socio de una agencia inmobiliaria especializada en el mercado sueco y británico y residía en un piso en el casco antiguo de Palma. Al parecer, el sábado por la noche quedó con un grupo de amigos con los que estuvo de fiesta. Hacia las cuatro de la madrugada del domingo Jan M.F. decidió regresar a su domicilio. Según la investigación, había consumido gran cantidad de bebidas alcohólicas y estaba ebrio.

El joven hizo una parada en la muralla, delante de la Seu, y se tumbó en uno de los puntos más altos de la fortificación. De pronto, empezó a rodar hasta precipitarse al vacío desde unos ocho metros de altura. La víctima sufrió un brutal impacto contra el suelo de la zona de ses Voltes y falleció en el acto. Tras ser alertados de lo ocurrido, la Policía Nacional y Local enviaron a varias patrullas al lugar. Los efectivos sanitarios solo pudieron confirmar su defunción y el óbito fue comunicado al juzgado de instrucción número 7 de Palma, en funciones de guardia. Cuando los equipos de emergencias llegaron al lugar no encontraron a ningún allegado de la víctima, por lo que la Policía cree que volvía sola a su domicilio.

La autopsia practicada ayer al cadáver confirmó que el joven había fallecido debido a un shock traumático y que el impacto contra el suelo le provocó un fallo en todas las funciones vitales. El forense no apreció señales que apuntaran hacia otra hipótesis que no fuera la de una caída accidental. Durante la necropsia se tomaron muestras para analizarlas en laboratorio y confirmar el nivel de alcohol en sangre que presentaba la víctima cuando se precipitó al vacío desde lo alto de la muralla, explicaron fuentes policiales.

Los agentes de la Policía Judicial examinaron también el lugar de los hechos en busca de alguna evidencia sobre lo ocurrido sin encontrar nada sospechoso, por lo que los investigadores dan el caso prácticamente por cerrado.

La víctima llevaba encima su documentación personal, lo que permitió identificarla como Jan M.F., un joven sueco nacido en 1984 que llevaba varios años residiendo en Palma, donde era socio de una agencia inmobiliaria.

La Policía Nacional ha contactado con el consulado sueco en Mallorca, que realiza gestiones para localizar a los familiares de la víctima en aquel país e informarles de lo ocurrido.