Una clienta estadounidense acudió a un un masajista asiático de Calvià, aseguró que él se había propasado con ella y le denunció por presuntos abusos sexuales. La mujer era la segunda vez que iba a su consulta y en su primera cita dijo que no ocurrió nada de esto. A raíz de la denuncia, agentes de la Guardia Civil citaron al masajista como imputado para tomarle declaración en el cuartel. Los investigadores del Instituto Armado tomaron declaración al especialista y el juez finalmente archivó el caso, al no apreciar indicios de delito. Lo más significativo es que el marido de la denunciante se presentó visiblemente contrariado en la consulta por el trato dispensado a su esposa. Lo sorprendente es que no hizo mención alguna a los supuestos tocamientos. Solo mostró interés porque le devolvieran el dinero que ella le pagó. El masajista se lo abonó sin más.

Avería en el escáner

El escáner que soporta habitualmente un mayor trasiego de gente, excepción hecha del aeropuerto de Son Sant Joan, es sin duda el de los juzgados de Via Alemania. Una inoportuna avería del aparato en plena hora punta provocó que hubiera que reforzar el número de vigilantes en la entrada principal. Los guardas pasaron el dispositivo manual al público -la popular ´raqueta´- lo que ralentizó el acceso. Un técnico intentó repararlo sin éxito. Los visitantes tuvieron que sortear un amasijo de cables. Finalmente se optó por una decisión drástica. Subieron el escáner del juzgado de guardia. Luego lo tuvieron que volver a bajar cuando el resto de oficinas judiciales cerraron las puertas.

El pandillero elegante

Un supuesto integrante de los Latin King compareció esta semana enfundado en un entallado traje oscuro con una bufanda blanca anudada al cuello. Nada en apariencia hacía vislumbrar su presunta adscripción al violento grupo pandillero. Pese a su cuidada indumentaria, el acusado despertó las iras del tribunal. El presidente le recriminó a este sujeto que hubiera decidido a última hora cambiar de abogado. Esta decisión supuso que la vista se tuviera que posponer hasta septiembre del año que viene. El juez también instó reiteradamente al procesado a que se sacara las manos de los bolsillos.

Un conductor ebrio muy iluso

Una patrulla de la Policía Local se topó a las nueve de la mañana con un coche estacionado en la plaza de los patines de Palma con el motor en marcha y las luces encendidas. En el interior había dos individuos dormidos. Los agentes se dirigieron a los ocupantes y les conminaron a que apagaran el motor si no conducían. Los dos sujetos se despertaron y desprendieron un fuerte olor a alcohol. Los policías les instaron a que no condujeran en ese manifiesto estado de ebriedad. Aparentemente simularon acatar las órdenes. Los agentes no habían acabado de dar la vuelta a la plaza cuando vieron que el coche arrancó. Le esperaron que llegara a su altura e hicieron el test de alcoholemia al conductor. Dio 0.71 y fue detenido.

La tormenta recicla al GAP

La espectacular tormenta registrada la tarde del martes en Palma fue adquiriendo fuerza con el paso de las horas. Agentes del Grup d´Acció Preventiva (GAP) de la Policía Local se habían desplegado inicialmente en dos controles de seguridad ciudadana. A medida que la lluvia fue cayendo con más intensidad, su labor era mucho más necesaria para regular el tráfico caótico por culpa de las copiosas precipitaciones. El Paseo Marítimo y La Soledat se convirtieron en unos minutos en zonas anegadas por el agua con coches atrapados en los inmensos charcos.