La Policía Nacional ha arrestado en el centro de Palma a Paulo César Martins Baptista, el portero de una discoteca de Eivissa condenado a cinco años de prisión por la muerte a golpes del camarero Abel Ureña en el verano de 2011, al estar reclamado por las autoridades de Portugal para cumplir una pena de más de seis años de cárcel por extorsión por pertenecer a la Mafia da Noite de Lisboapertenecer a laMafia da Noite de Lisboa. El sospechoso, un hombre de 41 años muy corpulento y experto en artes marciales, tenía vigente una orden de busca y captura en la que se solicitaba su extradición a Portugal.

El prófugo fue condenado años atrás en su país de origen al ser considerado el brazo ejecutor de una organización criminal radicada en la capital lusa que se dedicaba a controlar las actividades nocturnas de la ciudad. La conocida como Mafia da Noite de Lisboa, de la que él era miembro, actuaba en locales de ocio y dirigía una trama de prostitución. Se trata de una red de extorsión, evasión fiscal y trata de blancas. Precisamente, Baptista fue sentenciado en Portugal por extorsionar a empresarios, pero nunca llegó a estar encarcelado por estos hechos porque se dio a la fuga antes. Ni siquiera fue a recoger el fallo condenatorio ante los tribunales portugueses. Por eso, aún hoy tiene pendiente seis años y tres meses de prisión.

El portugués huido se escapó primero a Francia y luego recaló en Eivissa, donde utilizó el nombre falso de José Pereira. Una vez en la isla, trabajó de jefe de seguridad de una discoteca de un hotel ubicado en Platja d´en Bossa. Consiguió este puesto utilizando la identidad falsa. El pasado 19 de agosto de 2011 por la noche, propinó dos puñetazos a un camarero del mismo local. El segundo golpe que recibió la víctima en la cara le hizo perder el conocimiento y caer contra el suelo, golpeándose la cabeza en el pavimento. El perjudicado, Abel Ureña, sufrió graves lesiones craneales y falleció días después, el 3 de septiembre, por una hemorragia masiva cerebral.

Baptista, consciente de la gravedad de la agresión, volvió a huir de forma inmediata, esta vez a Holanda, donde fue detenido con posterioridad. En febrero de 2014, la Audiencia de Palma le condenó a cinco años de cárcel por homicidio doloso y falsedad documental después de que un jurado popular lo declarara culpable.

En libertad provisional

Meses más tarde, a mediados de agosto de este año, el fornido portero de discoteca quedó en libertad provisional a la espera de que el Tribunal Supremo resolviera su recurso contra la sentencia por el homicidio de Eivissa.

La Audiencia Provincial de Palma, al acordar su libertad, le impuso la obligación de presentarse todos los días en los juzgados de la ciudad y le prohibió abandonar Mallorca para asegurarse de que no volviera a fugarse. De hecho, cuando iba a comparecer en el Palacio de Justicia para firmar, como hace a diario, fue detenido por la Policía Nacional.

Los agentes del Grupo de Delincuencia Internacional sorprendieron a Baptista el pasado martes en la plaza del Mercat, en el centro de Palma, frente a la sede de la Audiencia, cuando este iba a personarse en las dependencias judiciales para firmar. El portugués fue arrestado a las nueve de la mañana al tener una reclamación vigente de la justicia lusa en la que solicitaba su extradición para cumplir la condena por extorsión por su pertenencia a la Mafia de Noite de Lisboa.

Tras pasar una noche en los calabozos, Paulo César Baptista fue conducido ayer al juzgado de guardia de Palma, cuyo titular ordenó su ingreso en prisión para ser puesto a disposición de la Audiencia Nacional para que decida sobre su extradición. El prófugo portugués no se negó a ser trasladado a su país de origen durante una videoconferencia con el juzgado central de Madrid. Su abogado defensor pidió su libertad.