Un corredor de seguros de Manacor extendía pólizas fraudulentas y se quedaba con el dinero que le abonaban sus víctimas en este concepto. Al menos ocho personas fueron engañadas por este sujeto. Agentes de la Policía Local le detuvieron por los presuntos delitos de estafa, falsificación documental y apropiación indebida.

La investigación se inició después de que se descubriera que varios vehículos implicados en accidentes de tráfico o que habían sido sancionados por infracciones de la Ley de Seguridad Vial no tenían suscrita ninguna póliza de seguro de responsabilidad civil obligatorio.

Todos los propietarios de los automóviles se mostraban sorprendidos en cuanto les comunicaban que no tenían seguro en vigor y carecían, por tanto, de cobertura legal. Asimismo, las víctimas aseguraban que habían contratado la póliza a través del mismo corredor de seguros.

El ´modus operandi´ de este agente de seguros siempre era el mismo. Cuando un cliente se personaba en su oficina y le abonaba la póliza del coche en efectivo, el mediador le extendía un recibo.

En realidad, el corredor de seguros introducía en informaciones engañosas o incorrectas. Los periodos de vigencia eran inexactos, al igual que el número de la póliza y los datos de entidades financieras no se correspondían con las del cliente.

A continuación, el estafador facilitaba a la compañía titular del seguro el número de cuenta erróneo que había introducido en el recibo del cliente. De hecho, cuando la aseguradora pretendía cobrar el recibo por el banco, este no pertenecía al cliente.

La compañía de seguros trataba de ponerse en contacto a toda costa con el titular de la póliza para notificarle la anomalía. Pero la dirección que aparecía en el recibo era incorrecta. Finalmente, al no poder informar de la deficiencia, la aseguradora daba de baja la póliza suscrita.

"Un error de gestión"

Cuando los afectados se ponían en contacto con el corredor de seguros para pedirle explicaciones, el estafador argumentaba que se trataba de un "error de gestión". También afirmaba que, como contraprestación, se haría cargo de los recursos de las posibles multas y de la formalización de otras pólizas sin coste adicional.

Al estar su coche sin una póliza de seguro válida, las víctimas circulaban con su vehículo sin conocer que se encontraban completamente desprotegidas ante cualquier accidente que pudieran sufrir.