La estatua de Antoni Maura de la plaza del Mercat de Palma ha sido derrumbada por las intensas lluvias de ayer.

El suceso ha ocurrido sobre las 21:45 horas de ayer cuando la rama de un ficus centenario cayó sobre la estatua y la tiró del pedestal. Por la noche, efectivos de la Policía Local acordonaron la zona y una patrulla se quedó en el lugar de los hechos.

Operarios de Cort han procedido a recogerla esta mañana con una grúa y la han trasladado a Son Pacs donde será reparada. Este martes por la tarde, los bomberos ya habían retirado muchas ramas que por la tormenta de lluvia y viento cayeron sobre la estatua que al final resultó dañada.

La copiosa lluvia caída durante la tarde de ayer en Palma causó un cúmulo de incidentes. Los Bomberos han tenido que realizar 11 salidas por la noche para achicar agua, sobre todo en la zona de Porto Pí y La Soledat donde muchas plantas bajas se han inundado. Un comercio en la calle Manacor ha sido el más afectado por las fuertes lluvias.

Muchos tramos del Paseo Marítimo y otros puntos de la capital balear como Son Gotleu y La Soledat quedaron anegados por la tromba de agua. Los bomberos tuvieron que efectuar numerosas salidas para achicar el agua acumulada en muchos sótanos. Algunos conductores quedaron atrapados en el interior de sus vehículos sin poder moverse.

A media tarde, las precipitaciones provocaron atascos en las avenidas y se multiplicaron las habituales retenciones en las inmediaciones de los colegios. También algunas embarcaciones amarradas en el Paseo Marítimo estuvieron a punto de soltarse y algunos sótanos quedaron inundados.

Las alcantarillas se mostraron incapaces de absorber la avenida de agua que se les vino encima en poco tiempo. El asfalto de muchas calles quedó anegado por el agua y los coches se abrieron paso a duras penas.

Los primeros estragos en la capital balear causados por las precipitaciones se dejaron sentir en las avenidas de la capital balear. El tráfico se ralentizó sobremanera en la confluencia de Gabriel Alomar i Villalonga y Alexandre Rosselló con la calle Manacor.

Casi un centenar de agentes de la Policía Local de Palma se tuvieron que dedicar a regular la circulación. De hecho, una veintena de efectivos del Grup d´Acció Preventiva (GAP) que tenía previsto establecer dos controles de seguridad ciudadana se tuvieron que dedicar a hacer más fluido el tráfico. Los agentes extremaron la vigilancia y estuvieron alerta para que el caudal no desbordarse el cauce de los torrentes. El agua que portaban se multiplicó en apenas unas pocas horas.

Otro tanto ocurrió en la zona de los colegios, habitualmente colapsados por la afluencia de los coches de los padres que van a recoger a sus hijos. Los embotellamientos fueron mayores que en otras ocasiones debido a la lluvia.