La Policía Nacional ha descartado que el incendio declarado el pasado 15 de octubre en los juzgados de Palma fuera intencionado. Según consta en el informe que los investigadores han remitido ya al juez, no se han encontrado restos de productos acelerantes ni otros indicios que indiquen que alguien pegó fuego al sótano. El edificio fue reabierto ayer al público y tanto los tres juzgados de lo contencioso-administrativo como la clínica forense volvieron a la normalidad.

Los agentes de la Policía Científica examinaron durante varios días el lugar en el que se iniciaron las llamas en busca de pruebas sobre el punto exacto en el que comenzaron y su origen. Los investigadores recurrieron incluso a dos perros especializados en la detección de sustancias acelerantes, como gasolina o alcohol, llegados desde Madrid para la ocasión. Los canes no marcaron nada. Tampoco en la minuciosa inspección ocular que llevaron a cabo los policías aparecieron indicios en este sentido.

Los agentes encargados del caso han remitido ya un informe al juzgado de instrucción número 6 de Palma, que abrió diligencias sobre el siniestro. Los investigadores concluyen que de acuerdo con las pesquisas el incendio no fue intencionado. Pese a descartar la existencia de una mano criminal, los policías no pueden precisar si el fuego se debió a una imprudencia o bien fue fortuito.

Finalizada la investigación, el edificio, cerrado al público desde el día del incendio, fue reabierto ayer. La decisión fue tomada el pasado viernes tras una reunión a la que asistieron los jueces y secretarios de lo contencioso-administrativo, la secretaria coordinadora del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB), los delegados de prevención laboral de los sindicatos, la directora del Instituto de Medicina Legal, la gerente territorial y el juez decano de Palma en funciones, informaron fuentes del TSJB.

Así, los tres juzgados de lo contencioso-administrativo reanudaron la actividad manteniendo los señalamientos acordados y la reanudación del cómputo de plazos, suspendidos desde que las oficinas fueron cerradas tras el siniestro. También la clínica forense reabrió ayer sus puertas y comenzó a atender a los ciudadanos que estaban citados.

El incendio, declarado a las tres y media de la tarde del pasado día 15, arrasó un sótano de unos 70 metros cuadrados del edificio del número 13 de la calle Parellades en el que se archivaban miles de documentos tanto de los tres juzgados de lo contencioso como del Instituto de Medicina Legal, que tienen allí sus oficinas. Las llamas generaron una gran humareda y se movilizaron 25 efectivos de los Bombers de Palma, que lograron extinguirlas tras varias horas de trabajos.