La fiscalía reclama sendas penas de once meses de prisión y otros once de multa para dos chatarreros, tío y sobrino, acusados de provocar un fuego forestal entre s´Aramjassa y Llucmajor debido a una negligencia cuando manipulaban una sierra radial para cortar chatarra en una finca y saltó una chispa. El incendio, que calcinó 4,1 hectáreas de masa forestal y otras tantas de superficie agrícola, se produjo el pasado 18 de julio de 2012, a primeras horas de la tarde, coincidiendo con la oleada de fuegos desatada a manos del pirómano del verano de 2012, recientemente condenado por la Audiencia de Palma a 17 años y medio de prisión.

Los dos familiares están acusados de un delito de incendio forestal por imprudencia. Ambos imputados comparecieron ayer en los juzgados de Vía Alemania pero finalmente la vista oral se suspendió y se aplazó para el próximo 6 de octubre porque uno de ellos designó a un nuevo abogado.

Los hechos se remontan al 18 de julio de 2012 por la tarde cuando una oleada de fuegos asolaba la isla por culpa de un pirómano. Esa misma tarde los bomberos y el Ibanat se vieron desbordados por siete nuevos incendios, la mayoría en la zona de Llucmajor. Uno de los siniestros se debió a una negligencia, según la fiscalía, cuando dos chatarreros trabajaban en la finca Son Tió con una sierra radial cortando un coche y una chispa saltó. El fuego se propagó con rapidez y afectó a dos fincas cerca de Maioris y Son Verí. En una de ellas se quemaron 1,8 hectáreas de masa forestal y en la otra 2,3. Los dos familiares fueron detenidos.