Un juzgado penal de Palma condenó ayer a un médico a una pena de multa y 145.000 euros de indemnización por una negligencia en el diagnóstico de una paciente que murió. El facultativo ayer al mediodía aceptó los hechos y se declaró responsable de una falta de homicidio por imprudencia leve. Inicialmente, estaba acusado de un delito de homicidio imprudente pero las partes alcanzaron un acuerdo y rebajaron la calificación a una falta. El médico imputado diagnosticó a una mujer que acudió al área de urgencias de una clínica de la ciudad una gastroenteritis aguda cuando en realidad padecía un proceso morboso urológico. Al cabo de dos días, la víctima ingresó en el hospital de Son Dureta, en Palma, donde falleció.

Ayer al mediodía, el acusado se conformó con una pena de multa de un mes a razón de doce euros diarios por la falta. El 70 por ciento de la indemnización impuesta correrá a cargo de la aseguradora del médico, mientras que el 30 por ciento restante, de la compañía de seguros de la clínica.

El magistrado absolvió ayer al facultativo del delito y le condenó por la falta. Según la fiscalía y la acusación, la víctima había sido asistida primero en la unidad de Urología de la clínica por unos padecimientos. Luego, acudió al área de Urgencias del mismo centro donde trabajaba el acusado, quien no tuvo en cuenta todos los antecedentes médicos de la paciente. El facultativo le diagnosticó una gastroenteritis aguda en vez de un proceso morboso urológico. A los dos días, ingresó en Son Dureta, donde murió.