La Guardia Civil ha imputado al concejal de Infraestructuras del Ayuntamiento de Bunyola por un delito de homicidio imprudente, como ya hizo con el alcalde, por su presunta responsabilidad en la muerte de un joven electrocutado en una farola el pasado fin de semana. El regidor fue interrogado anteayer por los agentes encargados del caso sobre las deficiencias detectadas en la instalación y el mantenimiento.

Los investigadores citaron también al electricista municipal, acusado del mismo delito, pero el hombre se acogió a su derecho a no declarar. La Guardia Civil le ha solicitado que aporte documentación sobre la titulación académica de la que dispone para ejercer la profesión, aunque los agentes creen que no la tiene. Al parecer, el hombre lleva más de 30 años trabajando como electricista en el municipio.

Tanto este técnico como el concejal de Infraestructuras y el alcalde, Jaume Isern, están imputados ante los indicios de que se cometieron negligencias en el mantenimiento de la farola en la que la víctima recibió una descarga eléctrica mortal, el pasado domingo de madrugada en el paseo Antoni Estarellas de la localidad. La Guardia Civil descubrió tras el accidente que faltaba un fusible y que en su lugar se había colocado un cable. El Ayuntamiento admitió que ignoraba cuánto tiempo llevaba la farola en esas condiciones. Tanto la Guardia Civil como los técnicos de la conselleria de Industria ultiman sendos informes para remitirlos al juez que instruye el caso.

La familia del joven fallecido, David Grimaldos, ha convocado para hoy a las ocho de la tarde una manifestación que recorrerá las calles de Bunyola y acabará en el lugar del accidente en memoria de la víctima. Los allegados han fletado dos autobuses que partirán desde Palma.

Las banderas del Ayuntamiento ondeaban ayer a media asta, pese a que el consistorio no ha comunicado públicamente ninguna señal de duelo por lo ocurrido.