Un alemán de 41 años resultó intoxicado ayer de madrugada al incendiarse un yate amarrado en el Club de Mar, en Palma. La embarcación, de 12 metros de eslora, quedó envuelta en llamas y bajo una densa humareda en cuestión de minutos y fue remolcada a alta mar para evitar que el fuego se extendiera a otros barcos. Ante las dificultades para sofocar el incendio, Salvamento Marítimo optó por llevarla de nuevo a la costa para que pudieran intervenir también los Bombers. Los trabajos se prolongaron durante más de tres horas, aunque no pudo evitarse que el barco quedara destruido y semihundido frente a la Catedral. La conselleria de Medio Ambiente retiró los restos de la lancha que se habían dispersado por la zona.

El incendio fue descubierto hacia las seis menos cuarto de la madrugada, cuando varias llamadas alertaron a los servicios de emergencias de que estaba ardiendo una lancha amarrada en el Club de Mar. La única persona que estaba a bordo del yate Emagine, un alemán de 41 años, pudo salir por su propio pie. Presentaba síntomas de intoxicación por inhalación de humo, por lo que fue trasladado en ambulancia a una clínica de la ciudad, donde recibió el alta a lo largo de la mañana.

Cinco dotaciones de los Bombers de Palma, con 18 efectivos, y una lancha de Salvamento Marítimo acudieron de inmediato al lugar. Tras intentar en vano sofocar el incendio, los equipos de emergencias decidieron alejar la embarcación para evitar que las llamas se extendieran a otros barcos. Así, el Emagine fue remolcado a alta mar, donde dos lanchas de Salvamento Marítimo intentaron en vano apagar el fuego. La alta combustibilidad de la fibra de vidrio, el material con el que se construyen este tipo de embarcaciones, complicó mucho los trabajos de extinción.

Ante estas dificultades se decidió llevar el barco de nuevo hacia la costa para permitir que los Bombers de Palma pudieran colaborar. El yate fue trasladado entonces a s´Escollera, delante de la catedral. Hasta poco después de las nueve de la mañana los equipos de extinción arrojaron agua y espuma sobre las llamas y dieron por extinguido el incendio, aunque tuvieron que regresar poco después al reavivarse. La embarcación acabó semihundida y totalmente destruida por el fuego.

Tres embarcaciones de la conselleria de Medio Ambiente se movilizaron entonces para retirar algunas partes de la embarcación que se habían dispersado por la costa durante el incendio. Fuentes de los servicios de emergencias explicaron que la lancha permanecía a mediodía parcialmente hundida y apoyada sobre un fondo rocoso, en principio sin riesgo de que se produjeran vertidos de combustible, a la espera de que su propietario contratara a una empresa especializada para retirarla del agua.