El asesino de la catana de Bunyola se mostró muy frío y distante durante el breve juicio con jurado popular celebrado ayer en la Audiencia de Palma. En el turno de la última palabra, el sospechoso, de 47 años de edad, indicó: "Pido perdón a la familia de la víctima, perdón por los hechos que he cometido". El hombre, poco después, regresó al calabozo con la mirada perdida, con total tranquilidad.

Al inicio de la sesión, el jardinero acusado admitió ser el culpable del crimen. Cuando escuchó el relato del brutal asesinato perpetrado el pasado año y le preguntaron si estaba de acuerdo, contestó con monosílabos: "Sí", "Los hechos pasaron así más o menos".

Luego, dijo estar arrepentido al ser interrogado por su abogada defensora. "Tras ser detenido, me disculpé por lo ocurrido ante la Guardia Civil", recordó. El sospechoso, que vestía pantalón corto a cuadros y deportivas blancas, también explicó ante el jurado popular que, una vez se hallaba ingresado en prisión, escribió una carta en la que se arrepentía de sus hechos. Según su versión, el escrito iba dirigido hacia los familiares de la fallecida. El hombre se mostró muy distante, parco en palabras e impasible.