Un hombre de 62 años acusado de violar cinco veces a su hijastra, que padece una discapacidad del 88 por ciento, negó ayer las acusaciones durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Palma. El acusado se enfrenta a una petición de 70 años de cárcel por parte de la fiscalía, que le imputa cinco delitos de agresión sexual. El tribunal acordó que la vista se celebrara a puerta cerrada a petición de la abogada de la acusación particular.

Los hechos, según el relato del ministerio público, se remontan al verano de 2012, cuando el procesado supuestamente aprovechó los momentos en los que se quedaba a solas con la hija de su compañera sentimental para abusar de ella. La fiscalía sostiene que el hombre se valió de que la minusvalía de la víctima limitaba su capacidad para tomar decisiones y hacer frente a agresiones y manipulaciones. Además, la amenazó con hacerle daño si contaba algo de lo ocurrido a su madre.

Así, el hombre habría aprovechado en dos ocasiones que se encontraba a solas con la mujer para someterla a tocamientos, obligarla a que le practicara felaciones y mantener relaciones sexuales completas con ella. La acusación sostiene también que dos veces que estaba en la playa le tocó en sus partes íntimas y que en otra ocasión se metió en la ducha con la víctima y la agredió sexualmente.

El sospechoso, que fue juzgado ayer en la sección primera de la Audiencia Provincial de Palma, negó las acusaciones y su abogado solicitó su absolución. El juicio se celebró a puerta cerrada a petición de la fiscalía.

El ministerio público y la acusación particular, en cambio, le consideran autor de cinco delitos de agresión sexual, por los que reclama sendas penas de 14 años de prisión. También solicitan que indemnice a la víctima con 10.000 euros por los daños morales causados y que se le prohíba acercarse a menos de 500 de metros y comunicarse con su hijastra durante 70 años.