La Policía Nacional ha desarticulado una red que defraudó 470.000 euros a través de 182 contratos falsos a extranjeros para facilitarles el acceso a prestaciones, subsidios y permisos de residencia, una operación en la que han sido detenidas 109 personas, entre ellas los seis responsables de la trama.

El fraude se sustentaba en una empresa supuestamente dedicada a la construcción que en realidad carecía de actividad alguna y que suscribía contratos ficticios por las que los extranjeros pagaban hasta 3.600 euros.

Según informó la Policía, el desmantelamiento de esta red ha supuesto por ahora la anulación de 31 permisos de residencia basados en los contratos falsos.

La investigación se inició a raíz de la información facilitada por la Inspección de Trabajo de la Delegación del Gobierno en Eivissa, que sospechaba de una empresa de construcción sin actividad aparente que había dado de alta en la Seguridad social a 156 trabajadores, algunos de ellos en varias ocasiones.

Los agentes comprobaron que el propósito de estas altas era que los supuestos empleados pudieran acreditar periodos de carencia para cobrar prestaciones o subsidios y para que extranjeros radicados en España pudieran regularizar su situación o prorrogar permisos obtenidos antes de forma legal.

Los responsables de la trama obtuvieron de sus trabajadores ficticios unos 500.000 euros a cambio de los contratos y algunos de estos empleados falsos percibieron de las arcas públicas prestaciones que alcanzaron los 8.000 euros, mientras que otros lograron la paralización de expedientes de expulsión ya en curso.