Un fiscal de Hawai y un agente del FBI se han desplazado a Mallorca para tomar declaración a una testigo por una presunta estafa de 200.000 dólares gestada en 2012 con un falso concierto de Stevie Wonder en Honolulu (Hawai) que nunca llegó a celebrarse. La comisión rogatoria, solicitada por el departamento de justicia de Washington (Estados Unidos), tuvo lugar ayer durante toda la mañana en los juzgados de Vía Alemania de Palma.

El fiscal de Hawai, un miembro del FBI de este estado y un agregado del FBI de la embajada americana en Madrid llevaron a cabo ayer la toma de declaración de la testigo, una extranjera que reside en Mallorca, ante el magistrado del juzgado de instrucción 9 de Palma y la secretaria judicial. También estuvo presente en la sala un acusado, un estadounidense que está libre, junto con su abogado. Esta prueba fue grabada para su posterior utilización en el proceso judicial que se sigue en Hawai, que investiga un fraude por un montante de 200.000 dólares por un concierto benéfico que nunca se celebró.

La comisión rogatoria, a instancias de las autoridades de Estados Unidos, fue coordinada por el magistrado mallorquín Pedro Barceló, que es miembro de la red de cooperación judicial. Hoy podría continuar la toma de declaración de la testigo en la sede de Vía Alemania, ya que ayer se demoró el interrogatorio hasta pasadas las dos de la tarde.

La estafa investigada se gestó en 2012 cuando el acusado supuestamente se hizo pasar por representante del famoso músico Stevie Wonder y contactó con un promotor para ofrecer sus servicios en la organización de un gran concierto en la universidad de Hawai.

El sospechoso presuntamente se aprovechó de que la universidad de Hawai quería recaudar fondos para el equipo de deportes de la institución y tenía planeado organizar un concierto benéfico con un conocido vocalista. Así, el imputado habría contactado con el organizador simulando ser el agente de Stevie Wonder.

Las negociaciones entre las dos partes siguieron su marcha y, en principio, la gala benéfica estaba prevista para el mes de agosto de 2012, según las informaciones de varios medios de comunicación de Estados Unidos.

Dos meses antes, en junio de ese año, la universidad de Hawai pagó 200.000 dólares por adelantado por el falso concierto. Los investigadores creen que una gran parte del dinero (120.000 dólares) fue a parar a manos del principal acusado y el resto, a otros destinatarios.

El fraude fue descubierto cuando los verdaderos representantes de Stevie Wonder informaron de que no habían participado en la negociación de ese concierto y pidieron que se dejaran de vender entradas. La universidad de Hawai perdió 200.000 dólares, ya que la gala benéfica nunca se celebró. La estafa tuvo gran repercusión en los diarios de Estados Unidos. La testigo que reside en Mallorca supuestamente hizo de enlace con un promotor del concierto.