"Estaba durmiendo. Oí unos ruidos en el salón. Me levanté y, al salir al pasillo a oscuras, un individuo se abalanzó sobre mí, me empotró contra la pared, me tiró al suelo y me dijo ´calla, te mato´. Me puso unas tijeras de podar en el cuello, me inmovilizó y me arrastró hasta el despacho de casa". Una mujer que fue asaltada la noche de Reyes de 2013 en su domicilio en Cas Català (Calvià) relató ayer el horror que vivió. La víctima no pudo reprimir las lágrimas en el juicio contra los dos presuntos asaltantes en la Audiencia de Palma.

"Me puso la cabeza hacia abajo. Me inmovilizó con una malla de gimnasia en la cabeza. Luego, cogió una bolsa de tela, la rompió y me ató las manos y los pies a una silla. Sonó un teléfono móvil y hubo una conversación muy breve. Me amenazaba constantemente. Con la cabeza en el suelo y todo a oscuras me decía ´calla, no mires, te mato´. Me pidió las llaves de casa y abrió la puerta principal. Entonces, entraron otras dos personas más", continuó la mujer.

Dos de los presuntos atracadores, que se enfrentan a once años de prisión por un robo con violencia en casa habitada y detención ilegal, negaron ayer los hechos ante el tribunal de la sección segunda.

Los sospechosos, dos rumanos de 32 y 37 años, rechazaron haber entrado en el inmueble de Cas Català en la madrugada del pasado 6 de enero de 2013. Ambos alegaron que en esas fechas consumían cocaína. Uno de ellos recordó que esa noche estaba borracho en un coche y que sufrió amenazas para no explicar lo que sabía. Mientras, su compinche indicó que estuvo en casa jugando con el ordenador a un juego de guerra y no llamó a nadie. Sus abogados pidieron la nulidad del proceso al considerar que los pinchazos telefónicos eran nulos, pero la sala desestimó esta cuestión previa. Según la fiscal, la Policía Judicial de la Guardia Civil de Calvià llevó a cabo todo tipo de pruebas que eran válidas.

La vista oral estuvo marcada por el estremecedor testimonio de la víctima. "Luego me ataron con cinta aislante por encima de los ojos, la cara, por las manos y los pies. Me dejaron como una momia", destacó. "Uno de ellos me quitó las joyas que llevaba, me decían ´gold, dinero, más dinero´. Les oía rebuscar por la casa. Yo no veía nada. Encontraron mis tarjetas de crédito y me pidieron la clave. Me intentaron estrangular con el pantalón de malla que me pusieron en la cabeza. Yo no podía ni hablar", aseguró la moradora.

"Me quitaron la intimidad de mi casa. Me ataron muy fuerte. Eso es terror. No es cuantificable. No sé cómo conseguí liberarme. Por el pánico logré desatarme de un lado cuando se marcharon. A mí me pareció una eternidad el tiempo que pasé así", añadió la mujer, quien reconoció a uno de los acusados porque en 2010 le instaló el parqué en su casa. La víctima aún padece secuelas tras el asalto en el que se llevaron un botín por valor de 19.800 euros. Dos policías identificaron ayer a los dos imputados.

Las frases

"Me quitaron la intimidad de mi casa. Me ataron muy fuerte. Eso es terror. No es cuantificable. No sé cómo conseguí liberarme"

"Me ató los pies y manos a una silla con tela y luego con cinta aislante por la cara y los ojos. Me dejaron como una momia."

La víctima

moradora de la vivienda asaltada