­La Policía cree que el comerciante de Palma Joan Pujadas vendió a delincuentes en los últimos años cinco armas de fuego aptas para disparar. Todas las había adquirido como inutilizadas. Los agentes le intervinieron un arsenal compuesto por cinco subfusiles, dos escopetas, siete armas cortas y un fusil lanza arpones. Dos revólveres estaban en perfecto estado de funcionamiento.

La aprehensión de todo este armamento se remonta a dos operaciones contra las claveleras. Una persona tenía una pistola apta para disparar que Pujadas había adquirido supuestamente como inutilizada.

Los agentes realizaron dos registros en sus domicilios y uno en su tienda donde le intervinieron el arsenal. Asimismo, los investigadores pidieron al juez que, como medida cautelar, se le impida comerciar con armas, incluidas las inutilizadas.