La venta de caramelos con sabor a cannabis en establecimientos de la Playa de Palma ha provocado que arrecien críticas desde ámbitos bien distintos. Algunos colectivos de consumidores de marihuana recomiendan no ingerirlos. Mientras, las autoridades sanitarias alertan del "peligro" de que puedan contener THC sintético, aún no fiscalizado.

El pasado miércoles agentes de la Patrulla Verde de la Policía Local y un inspector de consumo del Ayuntamiento de Palma se personaron en un establecimiento de la Playa de Palma donde se vendían caramelos que supuestamente contenían cannabis. Los funcionarios requisaron 63 de estas golosinas. Asimismo, incoaron un acta sancionadora por no poseer la correspondiente factura y por irregularidades en el etiquetado.

Estos dulces se vendían como libres de Tetrahidrocannabinol (THC), el principio activo del cannabis sativa. No obstante, en el envoltorio no se indicaban los componentes que tienen estos caramelos. "Se han enviado a la Conselleria de Salud para que le hagan los análisis. En función de los resultados puede tratarse de una infracción administrativa o penal. En este último caso estaríamos hablando de un presunto delito contra la salud pública", indicaron fuentes de la Policía Local de Palma. Consumo tiene pendiente analizar estos caramelos intervenidos en s´Arenal en el laboratorio para determinar su composición y si esta es ilegal.

El director del Área de Sanidad Exterior de la Delegación del Gobierno en Balears, Raúl Izquierdo, asegura que estos caramelos aún no le han llegado a su laboratorio para analizarlos, aunque está pendiente de ellos. "En el cannabis sativa el THC está en hojas y flores, apenas se encuentra en tallos. Si dicen que no tienen el principio activo ¿para qué los venden?", se pregunta.

Izquierdo alerta del peligro de que estos caramelos puedan contener THC sintético. "Hemos detectado ya algunos casos en los que se ha sintetizado la molécula. Es muy peligroso. El consumidor no tiene ni idea de la concentración y puede estar tomando una dosis muy elevada", advierte. "El efecto es imprevisible y puede tener un susto", alerta.

Por su parte, el presidente del Colectiu de Autocultiu Responsable de Balears (CARB), Miguel Ángel Pérez Melgarejo se muestra abiertamente contrario a comer dulces o cualquier otro alimento que pueda contener cannabis. "Desaconsejo ingerirlo porque puede tener consecuencias raras", precisa.

"Aromatizante"

El dirigente de esta asociación de consumidores de marihuana, con sede en Alaró, apunta a la posibilidad de que estos caramelos no lleve "nada en absoluto" de esta sustancia. "A lo sumo un aromatizante", indica.

Melgarejo recomienda no comer nada que pueda haber sido cocinado con cannabis. "La cocina cannábica es comida para dromedarios", sentencia el presidente de CARB.

Esta asociación de consumidores apura los resquicios que le permite la actual legislación para dispensar marihuana a sus afiliados tanto con fines terapéuticos como lúdicos. Todos ellos tienen más de 24 años y no les dispensan más de 14 gramos por semana.

Algunos veteranos policías aseguran que han detectado hace ya algún tiempo que el cannabis se ha utilizado como reclamo para vender otros productos. "No es algo nuevo. Hemos visto hace un tiempo que se vendían chicles que anunciaban que tenían cannabis, pero no tenían el principio activo", explica.

Este experto subraya que la comercialización de cualquier producto que tenga cannabis entre sus componentes "es un delito". "Si fuera de verdad, tendría el principio activo", abunda.