La inmobiliaria clandestina de Los Peludos funcionaba a pleno rendimiento. El clan había ocupado por la fuerza medio centenar de viviendas en Son Gotleu y La Soledat por las que cobraba alquileres de entre 250 y 300 euros al mes tras cambiar las cerraduras, amueblarlas y dotarlas ilegalmente de luz y agua. La mayoría de sus inquilinos, a los que amenazaban si se retrasaban en los pagos, eran parados e inmigrantes a los que captaban con anuncios en farolas y escaparates.

La Policía ha detenido por el momento a 19 miembros del clan, 15 de los cuales pasaron ayer por la tarde a disposición judicial. Están acusados de pertenencia a organización criminal, estafa, tenencia ilícita de armas, amenazas, coacciones y defraudación del fluido eléctrico. Los investigadores encontraron, en los diez domicilios de los acusados que registraron, dos pistolas, munición dos catanas, cuchillos, cerraduras y 1.300 euros en efectivo. Además, se incautaron de nueve vehículos de alta gama. La investigación, sin embargo, sigue abierta y no se descartan más detenciones.

La ‘Operación Kicker’ comenzó en septiembre del año pasado, cuando los agentes de la comisaría de distrito centro de la Jefatura de Palma tuvieron conocimiento de que se había producido un gran aumento de la ocupación ilegal de viviendas en barrios como Son Gotleu y La Soledat. Las primeras pesquisas permitieron averiguar que el clan de Los Peludos, vinculado históricamente al narcotráfico, había puesto en marcha un lucrativo negocio inmobiliario.

Los investigadores constataron que los sospechosos estaban ocupado pisos vacíos, destrozando las puertas para poder entrar y cambiando luego las cerraduras. Muchas de las viviendas estaban sin muebles y carecían de suministros básicos debido a los impagos. Los Peludos los acondicionaban, amueblándolos y conectándolos ilegalmente a las redes de luz y agua.

El clan se dedicaba entonces a publicitar su negocio. Para ello, colgaban carteles en farolas, comercios y escaparates ofreciendo los inmuebles por entre 250 y 300 euros, unos precios inferiores a los del mercado legal. Unas gangas que no tardaron en extenderse por los barrios entre colectivos con escasos recursos, como inmigrantes y parados.

Los Peludos eran unos caseros estrictos que no aceptaban retrasos en el pago del alquiler. Según explicaron algunos de los perjudicados a los agentes, les amenazaban con armas blancas y de fuego para que pagaran y en ocasiones acababan echándoles de los domicilios. La Policía, cuya investigación se ha visto dificultada por el temor de las víctimas a sufrir represalias, estima que el clan llegó a controlar unos 50 pisos con los que obtenían ingresos mensuales de entre 15.000 y 20.000 euros.

La operación se ha saldado por el momento con la detención de 19 personas, aunque los agentes encargados del caso esperan recibir nuevas denuncias y llevar a cabo nuevos arrestos. Quince de los sospechosos fueron conducidos ayer tarde a Vía Alemania. Tras tomarles declaración, la titular del juzgado de instrucción número 10 decretó prisión provisional bajo fianza de 8.000 euros para cuatro de ellos y dejó a los otros once en libertad provisional.