Un hombre aceptó ayer dos años de prisión por haber pegado fuego intencionadamente a cinco contenedores en Palma. Uno de los fuegos, que causaron daños valorados en más de 5.000 euros, se extendió a una coche y el escaparate de una tienda. El procesado reconoció los hechos en un juzgado de lo penal y se conformó con la petición de la fiscalía.

Los hechos se remontan al año 2008, cuando en la ciudad se registró una oleada de incendios en contenedores que se prolongó durante varios meses. El procesado, que tiene ahora 41 años, confesó ayer ante la jueza ser el autor de varios de estos fuegos.

Así, el hombre admitió que en la madrugada del 7 de abril manipuló un contador eléctrico en la confluencia de las Avenidas con la calle Joan Maragall, cortando la tapa delantera, y trató de pegarle fuego con un mechero. Acto seguido, incendió un contenedor metálico de recogida de papel y cartón de Emaya en la calle Benito Pérez Galdós. El depósito sufrió daños valorados en 571 euros.

Seis meses después, hacia las dos y media de la madrugada del 11 de octubre, el hombre echó gasolina dentro de un contenedor de papel en la calle Gabriel Maura y lo incendió. Las llamas se extendieron rápidamente a otro contenedor de residuos sólidos urbanos, a un Ford Fiesta que estaba aparcado en las inmediaciones y al escaparate de una tienda de bolsos. Instantes después, pegó fuego a otro contenedor de papel en esa misma calle, momento en el que fue sorprendido por un ciudadano.

El procesado, condenado por un delito continuado de daños mediante incendio, deberá indemnizar a Emaya con 5.050 euros por los daños en los contenedores. Los dueños del coche y el comercio afectados ya fueron compensados.