"Estamos aliviados tras la detención de los sospechosos porque la gente tenía miedo", aseguraba ayer una joven en un bar de Pollença. El arresto de los dos presuntos autores del crimen a hachazos de Llorenç Colom, de 84 años, causó una gran estupefacción y sorpresa en la localidad, sobre todo al conocer que los dos imputados son vecinos de la localidad. "Yo a uno de ellos lo saludaba cada día cuando me lo cruzaba por la calle. ¿Quién se iba a imaginar que convives con este tipo de gente?", apuntaba otro hombre.

Algunos residentes señalaron que los acusados se juntaban con un grupo de ciudadanos conflictivos y de ambiente marginal. "Creo que tenían algún problema psicológico. Uno de ellos había protagonizado algún incidente aquí en Pollença. Hace un tiempo causó un incendio de forma intencionada en dos vehículos", recordó un pollencí.

Otro vecino explicó que el grupo de sospechosos se presentó en las fiestas de la patrona con la intención de encarnar al personaje de Dragut. "No les dejaron entrar en las listas de candidatos. Son gente conflictiva y uno de ellos no es de Pollença", matizó.

Varias personas fueron testigos del despliegue de la Guardia Civil del pasado viernes cuando practicaron una detención y varios registros en viviendas. El dispositivo tuvo lugar a escasos 300 metros del escenario del crimen, la casa donde fue asesinado Llorenç Colom.

Los vecinos calificaron a la víctima como una "buena persona". "Era un hombre muy pacífico. No tenía ningún problema con nadie. Se dedicaba al campo y a la jardinería. Era muy cercano. La familia es muy querida en el pueblo", destacaron. El alcalde de Pollença, Tomeu Cifre, se mostró satisfecho por la resolución del caso y el trabajo de los agentes y dio un mensaje de tranquilidad a los vecinos. También mostró su tristeza por el hecho de que los detenidos sean personas residentes en el municipio.