El acusado del crimen de Rafel Miralles Vich el pasado viernes en Campos aseguró ayer ante la jueza que la víctima le chantajeaba con una maleta con un contenido valorado en 12.000 euros, que supuestamente había perdido. “¡En ese momento empezó mi calvario!”, señaló durante su comparecencia. Cuando le comunicaron que la Guardia Civil la había encontrado durante el registro domiciliario del chalé del joven en Montuïri, Marcos F.P., de 53 años, se derrumbó. “¡Me ha engañado todo el tiempo!”, masculló.

La titular del Juzgado de Instrucción número tres de Manacor, ayer en funciones de guardia, ordenó su ingreso en prisión sin fianza por un presunto delito de homicidio. No obstante la jueza apuntó que la calificación podía estar sujeta a una posterior modificación en función del desarrollo de la instrucción.

Al contrario de lo que declaró a la Guardia Civil, el acusado del crimen negó categóricamente ante la jueza que hubiera mantenido una relación sentimental con el joven. “No éramos pareja, nunca he tocado a un hombre. Estoy felizmente casado”, recalcó. En cambio sí admitió que el joven le “sacaba el dinero” supuestamente para sufragar la pérdida de la maleta. En el interior había una cámara de televisión, una fotográfica y un dron.

Según su última versión, Marcos F.P. comunicó a la jueza que conoció a Rafel hace un año en un bar de copas de Campos y se hicieron amigos. La segunda o tercera vez que quedaron el joven le pidió que le guardara la valiosa maleta que luego desapareció.

El asesino confeso de Campos afirmó durante su comparecencia judicial que el joven de 22 años le pedía regularmente dinero para costear la maleta. De hecho, también aludió a que la víctima supuestamente se sirvió de un matón en una ocasión para conseguir que le fuera pagando para reparar la pérdida. Asimismo el acusado dijo que el fallecido intentó hacerse con sus joyas y trató de que firmara una supuesta cesión ante notario.

Droga y alcohol

Marcos F.P. no admitió en ningún momento ante la jueza que los pagos a Rafel estuvieran relacionados con la cocaína. Aunque sí reconoció que la madrugada del viernes había consumido esta sustancia estupefaciente y vodka en grandes cantidades.

El abogado defensor del acusado, Bartomeu Salas, solicitó que se le practicara a su cliente una prueba de consumo de drogas para corroborar o descartar su versión. La jueza accedió a esta petición y la secretaria del juzgado acompañó al letrado y al acusado hasta el Hospital de Manacor. Allí se le realizó un análisis del cabello y una extracción de sangre para determinar el tiempo que había estado tomando cocaína.

El acusado del crimen de Rafel Miralles también aportó una confusa explicación sobre la escena que presenció su esposa al llegar por sorpresa al domicilio. Marcos estaba medio desnudo junto a Rafel y entre el matrimonio se inició una acalorada discusión y él decidió irse de casa. Se llevó al joven con él. Antes de que apareciera su mujer, declaró, él ya estaba ebrio y drogado.

De acuerdo a sus declaraciones, la víctima le hizo posar sin ropa “bajo amenazas” para una sesión de fotos y una grabación. “Si hay un vídeo en el que aparezca yo desnudo, solo es de este día. No ha habido ninguno más”, manifestó Marcos F.P. antes de ser trasladado al hospital primero y a prisión después.