"Rafa era íntimo amigo mío. Era un chaval alegre, divertido. No paraba nunca. Era un torbellino". Con estas palabras, el dueño de un restaurante de Montuïri describía a Rafel Miralles Vich tras enterarse de que había sido víctima de un crimen.
La auténtica pasión de Rafel era el séptimo arte. De hecho, estudiaba producción de cine y no tenía reparos en viajar a Hollywood, al festival de Venecia o, más recientemente, al de Málaga. "Le tenía perdido", indicó el amigo de la víctima.
Nadie en su localidad natal, Montuïri, acertaba a explicarse el móvil del crimen de Rafel. "No me lo explico. Que yo sepa no tenía problemas con nadie por drogas ni por nada", apuntó el allegado de Rafel Miralles.
La víctima era hijo único y hacía poco tiempo que se había mudado a un chalé de Montuïri. Los padres de Rafel tuvieron que recibir tratamiento psicológico al enterarse del crimen de su vástago, de 22 años.
La sorpresa también era mayúscula en Campos al enterarse de que un vecino del tercer piso del número 30 de la avenida Nicolau Oliver Fullana de Campos había sido detenido como presunto autor de un homicidio. La consternación se instaló en la localidad.
Una persona "amable"
La impresión en el restaurante chino donde el presunto autor del crimen acudía con asiduidad fue tremenda. "Es una persona muy amable y simpática", recalcaron en el establecimiento sin acertar a asimilar que su vecino pudiera haber sido arrestado por acabar con la vida de un joven.
El griterío en el descansillo del tercer piso del número 30 de la avenida Nicolau Oliver Fullana entre el presunto autor del crimen, residente en el edificio de Campos, y la víctima, que vivía en Montuïri, llamó poderosamente la atención a los vecinos. A continuación, avisaron a los servicios de emergencia. Una dotación de Bombers de Mallorca se topó el cadáver de la víctima y al supuesto homicida al irrumpir en el inmueble.
Tras una prolongada reconstrucción de los hechos en la escena del crimen, los agentes de la Guardia Civil sacaron al supuesto autor del apuñalamiento mortal y le introdujeron en la parte posterior del coche camino de los calabozos.
