Los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil realizaron ayer una minuciosa inspección ocular de la escena del crimen en el número 30 de la avenida Nicolau Oliver Fullana que se prolongó durante toda la mañana. Varios agentes del Instituto Armado montaron guardia en la entrada del edificio mientras los expertos de Homicidios y del Laboratorio Criminalístico aseguraban las pruebas.

Los agentes consideraron de una importancia crucial los testimonios de los vecinos de la tercera planta del inmueble donde se había producido el homicidio. Hasta el punto que decidieron trasladar a todos los residentes al cuartel de la Guardia Civil para tomarles declaración formal.