La Guardia Civil inspeccionó el pasado viernes todas las huellas que había en la arena, junto al cadáver de la mujer, en la playa de Son Bauló. Los agentes concluyeron que el cuerpo había sido arrastrado unos 40 metros por el arenal y rechazaron de plano que el asesino hubiera podido acceder al lugar en coche. De hecho, uno de los vehículos de los investigadores quedó atrapado en la arena el viernes. Un tractor tuvo que remolcar el turismo atascado (en la imagen).