El cadáver de una mujer asesinada apareció ayer por la mañana en la playa de Son Bauló, en Can Picafort. La víctima, de unos 35 años, murió asfixiada, según determinó ayer la autopsia, y tenía un golpe en la cabeza. La Guardia Civil abrió una investigación para tratar de identificarla y capturar al autor del crimen.

Sobre las ocho de la mañana, un hombre que paseaba por la playa se encontró con el cadáver de una mujer tirado sobre la arena y fue corriendo a pedir ayuda. El hombre paró un coche de la Guardia Civil que patrullaba por la zona y le comunicó su hallazgo.

Los agentes se apearon del vehículo y se dirigieron hasta el lugar que les señalaba el transeúnte. Al encontrarse el cadáver y constatar que era rigurosamente cierto lo que les habían denunciado, los funcionarios comunicaron los hechos por radio.

Un nutrido dispositivo del Instituto Armado se puso en marcha. La playa de Son Bauló quedó completamente acordonada mientras se completaban las diligencias. Todos los accesos fueron cortados para evitar que algún curioso se pudiera adentrar.

Huellas en la arena

Investigadores de Homicidios y del Laboratorio Criminalístico de la Policía Judicial de la Guardia Civil se hicieron cargo de las pesquisas del crimen. Así, los agentes encontraron huellas en la arena que delataban que la mujer había sido arrastrada al menos diez metros. Durante la minuciosa inspección ocular de la escena del crimen, los agentes marcaron con números múltiples objetos que podrían ser constitutivos de pruebas que sirvieran para esclarecer el delito.

La mujer, que no llevaba documentación alguna consigo, está sin identificar. Su edad se calcula que podría oscilar entre 30 y 35 años. Es de complexión delgada e iba completamente vestida. Los agentes de la Guardia Civil hicieron ayer numerosas gestiones para tratar de desvelar su identidad. Una mujer apuntó que podría tratarse de una residente en la zona, aunque no lo llegó a confirmar.

La jueza de Inca en funciones de guardia se desplazó ayer hasta la playa de Son Bauló al frente de la comisión judicial. Varios investigadores les franquearon el paso y les acompañaron hasta el lugar donde fue encontrado el cuerpo de la mujer. Transcurrido cierto tiempo, la magistrada ordenó el levantamiento del cadáver.

El cadáver de la mujer hallada en plena playa de Son Bauló fue cargado en el furgón de los servicios funerarios hasta el Instituto Anatómico Forense de Palma. Aunque inicialmente se pensó que había muerto a causa del golpe que tenía en la cabeza, la autopsia determinó que esta lesión no era mortal, y que la mujer había sido asfixiada.