Ocho miembros del clan del Kung Fu se conformaron ayer con 21 años y medio de prisión por traficar con drogas en el poblado de Son Banya a principios de 2012. Los acusados se declararon responsables de un delito contra la salud pública, dos de ellos como cómplices, ante el tribunal de la sección de refuerzo. Uno de los implicados resultó absuelto después de que el fiscal retirara los cargos contra él.

El cabecilla del grupo, conocido como El Kung Fu, aceptó la pena mayor: cuatro años y medio. Mientras, el resto del clan fue sentenciado a penas de dos y tres años. El líder dirigía y controlaba varios puntos de venta de heroína, cocaína y hachís en la calle 3 de Son Banya. La Policía desarticuló el clan en junio de 2012.