Un atracador, de nacionalidad colombiana, siempre tenía por costumbre marcar la cara de sus víctimas con una botella rota. Así lo hizo en, al menos, dos ocasiones. En la última de estas agredió al propietario de un bar de Gomila en compañía de su hermano y le robó la recaudación. La Policía Nacional le detuvo en Son Sant Joan cuando regresaba a Palma después de haber huido.

Los hechos ocurrieron sobre las siete de la mañana en un bar de copas de la avenida de Joan Miró. El dueño comunicó a los escasos clientes que había en el local que iba a echar el cierre. Esto no fue recibido con agrado por tres clientes que quedaban en el interior. Uno de ellos se subió a una mesa, se puso agresivo y agredió al propietario.

Agentes de la Policía Local de Palma se personaron poco después en el establecimiento y lograron aplacar los ánimos. El dueño echó el cierre y los alborotadores parecían irse sin más.

Sin embargo, cuando el propietario del local salió a la calle, los miembros de la banda le salieron al paso y le tendieron una emboscada. Uno de ellos rompió una botella y cortó la cara y los brazos de la víctima. A continuación le robaron los 750 euros que portaba en la riñonera y huyeron

La violenta agresión fue presenciada por varios vecinos de la zona. Algunos de ellos trataron de interceder en favor de la víctima, pero se vieron obligados a desistir cuando uno de los asaltantes les amenazó con la botella rota.

Un nutrido dispositivo policial se activó para tratar de localizar a los asaltantes. Los vecinos y el herido aportó una detallada descripción de los agresores. En vista de que el propietario del establecimiento presentaba una serie de cortes graves, de los que manaba abundante sangre, las asistencias sanitarias del Ib-salut le condujeron en ambulancia a un centro hospitalario para ser atendido de urgencia.

El dueño del establecimiento fue trasladado a un hospital para ser intervenido quirúrgicamente de las lesiones que presentaba. Algunos pequeños cristales los tenía incrustados en los cortes y se los tuvieron que extraer con sumo cuidado. La víctima identificó a los dos hermanos que le habían asaltado y agredido.

Agentes del Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía se hicieron cargo de la investigación de lo ocurrido. Los funcionarios comprobaron que los presuntos autores de la agresión habían huido a Granada.

En prisión

Las pesquisas dieron sus frutos. El hermano mayor, de 33 años, fue localizado en la ciudad andaluza. El pasado 4 de diciembre fue detenido. Al ser puesto a disposición judicial, el juez ordenó su ingreso en prisión incondicional.

En cambio, el hermano menor, de 27 años, consiguió escabullirse de la acción policial. Al menos en esa primera ocasión. Tras ver que su hermano había sido detenido, decidió cambiar de lugar de residencia, pero cometió un craso error. No tuvo otra ocurrencia que regresar al lugar donde había cometido su última gran fechoría: Palma.

El presunto delincuente cogió un avión hacia la capital balear. Fue descubierto cuando no había acabado aún de salir de Son Sant Joan. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía le detuvieron tras comprobar que tenía una requisitoria pendiente.

Acto seguido, los investigadores del Grupo de Homicidios se hicieron cargo del arrestado y comprobaron que, efectivamente, era el presunto agresor del propietario del establecimiento de la avenida de Joan Miró que había sido agredido. Fue detenido por un delito de lesiones graves y por robo con violencia. Tras ser puesto a disposición judicial, ingresó en prisión.

Este mismo individuo ya fue detenido por la Policía en el año 2002 en Palma por cortar la cara de otra persona con el cristal de una botella rota. En 2009 también fue arrestado por cometer otro robo con violencia.