La Policía Local de Palma detuvo el pasado fin de semana a tres conductores ebrios que se habían quedado dormidos al volante debido a su estado y que están acusados de sendos delitos contra la seguridad vial.

El primer caso ocurrió el sábado, poco antes de las cuatro de la madrugada. Una patrulla que circulaba por la calle Monseñor Palmer detectó que un turismo estaba parado en un semáforo y no reanudaba la marcha cuando se puso en verde. Los policías se apearon y vieron que el conductor estaba dormido, con la cabeza apoyada en el volante. El hombre, un ucranio de 56 años, cuadruplicó la tasa de alcoholemia. El domingo de madrugada, un conductor alemán de 47 años fue sorprendido cuando estaba parado en un carril de la calle Aragón. Los policías lo encontraron dormido, con varias latas de cerveza vacías tiradas en el coche y lo detuvieron al comprobar que su tasa cuadruplicaba la máxima permitida. Ya por la tarde, otro conductor de 44 años se quedó dormido en un semáforo de la calle Reina Violante. Los agentes lo arrestaron por quintuplicar el límite.

Entre los próximos días 9 y 15 de diciembre la Policía Local llevará a cabo numerosos controles de alcoholemia en la ciudad, en el marco de una campaña nacional de la DGT.