Tras el crimen, Alejandro de Abarca se fugó hacia la Serra de Tramuntana. El preso de tercer grado que no regresó al Centro de Inserción Social (CIS) de Palma se echó al monte, donde sobrevivió durante una semana con unos pocos enseres. La Guardia Civil, Policía Nacional y todas las Policías Locales de los municipios de la Serra y de la zona de Muro y sa Pobla estuvieron en alerta e incrementaron la vigilancia. Así, los agentes fueron estrechando el cerco hasta que el ´Enano´ se vio acorralado y sin escapatoria. Gran parte de la población se mostró conmocionada ante el horrendo asesinato y la huida del presunto asesino. Finalmente, los investigadores lograron capturar al temido delincuente en los alrededores de un torrente en Selva.