La banda desmantelada por la Policía Nacional tenía dos vertientes. Mientras una decena se había especializado en el tráfico de sustancias anabolizantes y esteroides, la otra rama se dedicaba a estafar a compañías aseguradoras por medio de accidentes de tráfico simulados. Un total de cinco personas fueron detenidas también con relación a estos hechos.

Los miembros de la banda utilizaban coches en malas condiciones o de alquiler para recrear un supuesto accidente de tráfico. Más que reparar el coche después del siniestro, los estafadores fingían, en la mayoría de los casos, haber sufrido un esguince cervical tras el impacto. Por este motivo, reclamaban a las aseguradoras una indemnización de entre 3.000 y 4.000 euros. Los investigadores tienen contabilizada su participación en, al menos, una veintena de fraudes de este tipo. No se descartan que sean mucho más.