La respuesta vecinal fue acorde a la magnitud del desastre. Decenas de jóvenes se ofrecieron ayer a colaborar con los servicios de emergencia para paliar los cuantiosos desperfectos causados por el temporal.

Pese a que la tormenta se prolongó durante apenas una hora, los minutos se hicieron interminables. Muchos vecinos de Cala d´Or pronto tomaron conciencia de que tenían que arrimar el hombro.

Los Bombers de Mallorca centraron la mayor parte de su tarea en achicar la infinidad de establecimientos, garajes, sótanos y plantas bajas inundadas. El alcantarillado se mostró insuficiente para contener el aluvión de agua que se vino encima en pocos minutos.

Jardineros municipales y particulares, provistos de motosierras, se encargaron de trocear el centenar de troncos que se había desplomado sobre la calzada, coches y casas. Algunos de los árboles de mayores dimensiones alcanzó casi una treintena de metros.

La jornada de ayer fue extenuante. Los voluntarios llegados para la ocasión se unieron a los habituales de Protección Civil del municipio y del Consell de Mallorca. Mientras, los agentes de la Policía Local de Santanyí se encargaron de canalizar los esfuerzos y regular el tráfico.

Una escena similar a la vivida en Cala d´Or tuvo lugar en la Colònia de Sant Jordi. Aunque los efectos del temporal no fueron tan devastadores, decenas de voluntarios también se ofrecieron para echar una mano y reparar los destrozos en el menor tiempo posible.

Las dotaciones de Bombers de Mallorca, de los parques de Manacor y Llucmajor, tienen previsto volver hoy a estas dos localidades a primer hora para completar su tarea de achique.