El ruido de motosierras se adueñó ayer del centro de Cala d´Or. La concurrida zona turística de Santanyí presentaba ayer un panorama desolador. Un centenar de pinos fue arrasado y algunos troncos aplastaron al desplomarse coches y viviendas. Los árboles más pesados arrastraron también postes de la luz y la playa desapareció. Sótanos y plantas bajas quedaron anegados por el agua.

En apenas una hora, el idílico paisaje de la localidad costera se transformó por completo. Entre las cuatro y las cinco y media de la tarde del martes, el ambiente se volvió infernal. Pinos de grandes dimensiones fueron arrastrados por la fuerza del viento, los toldos y muchas tejas volaron por los aires.

La tempestad vino acompañada de copiosas precipitaciones. Hasta 112 litros por metro cuadrado registró la Agencia Estatal de Meteorología en Santanyí. Muchos comercios, sótanos y plantas bajas quedaron inundados en apenas unos pocos minutos.

Dos colegios públicos de la localidad -el Blai Bonet y el Bisbe Verger- resultaron seriamente afectados. Un centenar de alumnos del primer centro no pudo acudir a clases. En la segunda escuela, las aulas estaban completamente impracticables tras ser anegadas por la tromba de agua.

La caída de los pinos provocó un efecto dominó. Los troncos arrastraron a su paso a los postes de la luz. El centro de Cala d´Or quedó a oscuras, pese a que eran las cuatro de la tarde.

Las raíces de los árboles de mayores dimensiones también arrancaron de cuajo las tuberías de agua. El suministro también quedó interrumpido en numerosos puntos de la localidad.

Un total de 26 personas tuvieron que ser desalojadas de sus viviendas. Una veintena encontró acomodo en casas de familiares y allegados. La otra media docena tuvo que ser realojada por los servicios sociales municipales en un hostal.

Un dispositivo especial de emergencias, compuesto por casi un centenar de efectivos, se movilizó de inmediato para tratar de atajar el aluvión de desperfectos que se les había echado encima. Bombers de Mallorca, procedentes del parque de Manacor, voluntarios de Protección Civil, dotaciones de la Policía Local de Santanyí, decenas de jardineros provistos de motosierras y técnicos de Endesa se activaron para atajar cuanto antes la multitud de desperfectos.

Ayudas concretas

Los daños fueron tan elevados que el Ayuntamiento de Santanyí se planteó solicitar la declaración de Cala d´Or como zona catastrófica. A la una de la tarde, la consellera de Interior, Nuria Riera, se desplazó a la localidad. El alcalde de Santanyí, Llorenç Galmés, y la concejala del núcleo turístico, Bárbara Xamena, la acompañaron durante el recorrido por las zonas más afectadas. Finalmente acordaron disponer ayudas para situaciones muy concretas provocadas por el temporal.

Los estragos también se sintieron, aunque con menor virulencia, en Cala Egos, Cala Figuera y Portopetro. El temporal recorrió la costa, aunque los daños no fueron tan considerable como los causados en Cala d´Or.

En el resto de Mallorca, la carretera que une Andratx y Estellencs permaneció ayer cerrada al tráfico durante toda la jornada. Fue clausurada por motivos de seguridad poco después de iniciarse el temporal.

Se trata de la carretera cerrada tras el devastador incendio forestal declarado el pasado verano. Las mallas instaladas para contener el aluvión de materiales ante posibles desprendimientos estaban al límite de su capacidad. Los técnicos retiraron ayer los materiales acumulados. El tramo de la vía entre Llucmajor y s´Estanyol, clausurado por inundaciones, se reabrió al tráfico.