Desde hace tres años, la Asociación Balear para el Estudio e Investigación del Cannabis (ABEIC) reúne a consumidores de marihuana de toda la isla que cultivan la sustancia a gran escala para su propio consumo. Son 200 y pese a las peticiones no pueden aceptar más socios. "Es una alternativa al mercado negro y el narcotráfico", explica su portavoz, Tomeu Martí. "Funcionamos como una cooperativa y no hay ningún lucro. Tenemos unas 100 plantas repartidas en siete puntos con vigilancia las 24 horas. Cada socio puede retirar dos gramos diarios". El cultivo de marihuana para consumo propio ha experimentado un auge con la proliferación en los últimos años de ´grow shops´, tiendas especializadas en productos para producir esta sustancia. En Mallorca hay una veintena. Los últimos estudios oficiales apuntan a que un 19 por ciento de la población consume marihuana, cifra que crece hasta el 30 por ciento en el caso de los adolescentes de entre 14 y 18 años.