El Consell pretende que la caza se convierta en un aliado para recuperar el territorio arrasado por las llamas. La institución prevé declararlo Zona de Emergencia Cinegética para regular la caza de palomas torcaces y cabras y evitar así que acaben con los brotes surgidos tras el incendio.

La consellera insular de Medio Ambiente, Catalina Soler, se reunió el lunes con los propietarios de los 11 cotos de caza y los representantes de los ayuntamientos afectados por el incendio. En el encuentro, Soler anunció la inminente tramitación de la resolución que declarará los perímetros quemados durante el incendio como Zona de Emergencia Cinegética Temporal. La consellera considera imprescindible esta resolución, puesto que la Ley de Caza prohíbe expresamente la actividad cinegética en todas las zonas afectadas por un incendio.

La declaración de Zona de Emergencia Cinegética incidirá en la necesidad de realizar un control exhaustivo de la población de cabras en los terrenos quemados de la Serra de Tramuntana para proteger los brotes verdes que surjan. El Consell apunta a que lo resolución será firmada a finales de agosto, tras lo que los propietarios de cotos y las sociedades cinegéticas podrán cazar las cabras que se encuentren dentro de sus territorios, durante los días acordados y bajo la supervisión de técnicos del departamento de Medio Ambiente. Las capturas deberán realizarse con perros y lazo en las denominadas zonas de seguridad. También las palomas torcaces podrán ser objeto de caza, en determinados días y áreas, entendiendo que con su eliminación se facilitará la conservación de los piñones que han quedado tras el incendio y que contribuirán a la reforestación natural de la Tramuntana.