La reestructuración de la Policía Local de Palma surgida tras el cambio de gobierno en Cort, y que se ha traducido en una apuesta por los grupos de seguridad ciudadana, se enfrenta al primer movimiento de oposición interna por parte de la Policía de Barrio. El proyecto de los responsables policiales de cambios de turno, modificaciones de horarios y supresión del plus que cobran estos agentes por trabajar a jornada partida fue rechazado ayer de forma casi unánime por los funcionarios reunidos en asamblea, según han informado fuentes sindicales. Los policías esperan ahora a ver qué alternativas plantea la jefatura del cuerpo.

El cambio de gobierno en el Ayuntamiento de Palma se tradujo en un relevo al frente de la Policía Local. Antonio Vera asumió el cargo de intendente jefe con una directriz clara: potenciar las actuaciones de seguridad ciudadana. Los primeros cambios del actual jefe consistieron en reforzar las Unitats d´Intervenció Immediata (UII) y el Grup d´Actuació Preventiva (GAP), y la creación de otros grupos especiales para combatir la delincuencia, como la Unitat de Seguretat Integral (USEI) o la Unitat Canina. Estos refuerzos se plantearon con un coste cero, por lo que se produjo un trasvase de personal y medios -como las armas o los vehículos más modernos- de otros grupos a las nuevas unidades.

Hasta ahora estos cambios no habían sido mal recibidos por la plantilla, ya que los nuevos grupos se habían formado por voluntarios. El rechazo ha surgido con una nueva propuesta para reestructurar el servicio de los agentes de la Policía de Barrio.

Este grupo se creó el año 2000 con una pretensión de policía de proximidad. Se trataba de acercar al policía a los ciudadanos, con agentes adscritos a una misma zona, con contactos con asociaciones de comerciantes y vecinos, y responsables de colegios, con funciones como la de policía tutor. Trabajan a jornada partida, de ocho de la mañana a una de la tarde, y de cuatro a siete, por lo que cobran un plus.

Sin embargo, el trasvase de efectivos de las comisarías de distrito a las nuevas unidades han obligado a reestructurar sus servicios. Los cambios previstos para la Policía de Barrio pasan por trabajar con horario continuo, bien de mañana, de siete a tres, o bien de tarde, de dos a diez, con lo que el suplemento económico se recorta notablemente. Se pretende además la posibilidad de modificar los turnos del fin de semana cinco veces al año y cambiar el inicio y final de la jornada en tres horas siempre que se precise.

Los miembros de la Policía de Barrio debatieron la propuesta ayer en una asamblea celebrada en el cuartel de Sant Ferran. Los cinco sindicatos con representación en el cuerpo decidieron actuar de forma coordinada en función de lo que decidiera la asamblea. De los casi ochenta asistentes, más de sesenta votaron por rechazar la propuesta y dos por aceptarla. El resto se abstuvo.

Las fuentes sindicales indicaron que la gran mayoría de los asistentes consideraron que la propuesta de la jefatura es innegociable. Se abre ahora un periodo de espera, para ver si los responsables de la Policía Local de Palma plantean alguna otra alternativa o si se decide aplicarla de forma unilateral.

En cualquier caso, se trata del primer movimiento de contestación que surge tras los cambios en la estrategia de la Policía Local. "Los jefes están volcados en combatir los casos de delincuencia más graves", comentaba uno de los asistentes a la asamblea. "Pero también tiene que haber alguien que acuda a un requerimiento por un coche aparcado en un vado o una queja de ruidos. ¿Y quién va a responder a estas demandas si no lo hacemos nosotros?".