Un hombre de 45 años, que está detenido en Palma desde la noche del miércoles, ha confesado ser el autor de la muerte violenta por varias puñaladas de una empleada del hogar de 53 años en una casa de campo del municipio mallorquín de Bunyola, han informado hoy a Efe fuentes de la investigación.

El detenido es un antiguo empleado de esta finca propiedad de unos alemanes y culpa a la mujer de que fuera despedido hace unos meses.

En estos momentos continúa arrestado en las dependencias de la Guardia Civil de la capital balear y mañana, sábado, pasará a disposición judicial.

El cuerpo sin vida de Catalina Frontera Fidalgo, vecina de Santa María, fue encontrado el jueves por la mañana en la cocina de la casa por un electricista y presentaba varias puñaladas y un fuerte golpe en la cabeza.

La finca se encuentra entre las localidades de Santa María y Bunyola, en el kilómetro 3,8.

En cuanto se confirmó que se trataba de un crimen, la Policía Judicial de la Guardia Civil se hizo cargo del caso y una comisión judicial se desplazó al lugar del suceso.

Sobre el móvil de esta muerte, en principio se barajó que podía ser un robo, pero se descartó porque no fue sustraído ningún objeto de esta casa, a pesar de que tenía enseres de valor.

La nueva línea de investigación se centró en las desavenencias personales entre los empleados de esta casa de campo donde sus dueños pasan temporadas.

El suceso tuvo lugar a primera hora de la mañana del miércoles, después de que se marchara un empleado que duerme en esta finca cada noche.