Un hombre de 82 años y su hijo, de 18, fueron detenidos el jueves por la tarde por la Policía Nacional por su presunta relación con la muerte de su mujer y madre, cuyo cadáver había aparecido esa mañana en su domicilio, en la calle Rosselló i Caçador de Palma. La fallecida tenía un fuerte golpe en la cabeza que podría ser consecuencia de una caída, pero los investigadores detectaron desde un principio circunstancias extrañas: sus familiares habían tardado tres o cuatro horas en avisar a los servicios de emergencias médicas. La autopsia, realizada esa tarde con carácter urgente, confirmó los peores pronósticos. El cuerpo presentaba señales de violencia, por lo que padre e hijo fueron detenidos y ayer estaban pendientes de prestar declaración ante la Policía.

Eran sobre las doce del mediodía cuando los servicios de emergencias médicas y la Policía recibían un aviso sobre un fallecimiento en un domicilio, un octavo piso del número 23 de la calle Rosselló i Caçador, junto a la plaza Abú Yahyá, en el ensanche de Palma. El cadáver de María Luisa P.C., de 53 años, estaba en el suelo, sobre un gran charco de sangre. Tenía una grave herida en la parte posterior de la cabeza, que en principio parecía compatible con una caída. Sin embargo, los agentes de Homicidios y de la Policía Científica detectaron desde el primer momento algunas circunstancias extrañas. La mujer llevaba muerta unas tres o cuatro horas, y su marido y su hijo, de 82 y 18 años, no dieron explicaciones coherentes sobre por qué habían tardado tanto en alertar del fallecimiento. Además el marido, en un primer momento, dijo que su mujer se había suicidado.

El cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Palma, donde se le practicó la autopsia con carácter de urgencia, dadas las características especiales del caso. Durante estas pruebas los forenses confirmaron las peores sospechas. La mujer presentaba algunas señales que, aunque leves, reforzaban la idea de que podría haber sido víctima de un homicidio. Al parecer se trataba de señales de pelea, aunque se mantenía la convicción de que la herida en la cabeza era consecuencia de una caída. Pese a que la investigación estaba en un estado inicial, los responsables del caso sospechaban que la mujer podría haber recibido un empujón durante una pelea doméstica, y se habría golpeado en la cabeza al caer. El caso se habría agravado por la tardanza de sus familiares en avisar a una ambulancia, ya que la causa de la muerte podría haberse debido a la pérdida masiva de sangre.

Esa misma tarde fueron detenidos el marido y el hijo de la fallecida que ayer permanecían en dependencias policiales, a la espera de prestar declaración.