­Un agente de la Policía Portuaria libre de servicio logró evitar un atraco a dos menores en Palma. El funcionario impidió que el delincuente asaltara a las víctimas. También logró ganar el tiempo suficiente hasta que llegaron agentes de la Policía Nacional. El delincuente logró huir.

Los hechos ocurrieron sobre las diez y media de la mañana del jueves en una tienda de telefonía móvil situada en la calle Aragón de Palma. El agente de la Policía Portuaria fuera de servicio se encontraba en esos momentos haciendo unas compras. De repente, dos chicas entraron en el establecimiento completamente despavoridas. Un atracador les pisaba los talones. Una menor susurró pidiendo ayuda.

El funcionario intentó calmarlas y se hizo cargo de la situación. El delincuente les perseguía a muy corta distancia y se introdujo también en la tienda. El agente invitó a salir del establecimiento a las dos chicas. "¿Y si arrancamos las vitrinas y nos quedamos los móviles?", le propuso al policía.

Mientras la empleada del establecimiento de telefonía móvil atendía a un cliente, el ladrón estremeció una de las vitrinas.

La presencia de este funcionario resultó completamente providencial. Para tratar de intimidar a la dependienta le mostró unos cortes en un brazo y pinchazos que dejaban clara su adicción a las drogas. "Estoy muy colgado", espetó. El policía portuario impidió el robo y trató de ganar el tiempo suficiente. En vista de que en el agente podía encontrar oposición, el delincuente huyó de la tienda con las manos vacías.

Tres agentes de la Policía Nacional de paisano entraron tras él en la tienda. Preguntaron al policía portuario lo sucedido. El ladrón no se llevó nada. No obstante, los funcionarios se hicieron cargo del caso y le siguieron.