Once presuntos miembros de una banda de narcotraficantes serán juzgados la semana próxima en Palma por intentar introducir en la isla más de nueve kilos de cocaína. Los acusados, para quienes la fiscalía reclama penas que suman 121 años de cárcel, utilizaban correos humanos o escondían la droga en paquetes.

La Policía comenzó a investigar a los sospechosos en noviembre de 2010, cuando se detectó que dos individuos residentes en Madrid iban a transportar desde Colombia cocaína oculta en el organismo. Los correos viajaron en el mes de diciembre a Bogotá donde fueron detenidos cuando pretendían embarcar con destino a Palma. A ambos se les intervinieron dos kilos del estupefaciente.

Tras estas detenciones, la organización investigada decidió variar el sistema de transporte de la droga. Para lograrlo, los narcos optaron por dos medios de ocultación diferentes. El primero consistía en ocultar la cocaína en dispositivos informáticos y enviarlos a Mallorca a través una empresa de paquetería urgente. El segundo era esconder los aparatos en maletas especialmente modificadas con un doble fondo cubierto con láminas de plomo.

Las investigaciones permitieron averiguar la fecha de llegada de un paquete, que fue remitido a España por medio de una empresa de mensajería urgente. Los agentes establecieron un dispositivo en las inmediaciones del lugar de entrega y procedieron al arresto de la persona encargada de recoger el bulto, en el que se hallaron 800 gramos de cocaína ocultos en siete discos duros.

De forma paralela, la Policía interceptó en el aeropuerto de Barcelona el otro cargamento de cocaína que el grupo había camuflado en una maleta, donde aparecieron más de 6,7 kilos de cocaína.

La fiscalía acusa a los once procesados de delitos contra la salud pública y reclama para ellos penas que oscilan entre los nueve y los catorce años de prisión y multas de tres millones de euros.