Los compañeros de Joan Roig, el ciclista de 54 años vecino de Sant Joan que murió hace una semana atropellado por un todoterreno que se dio a la fuga en la carretera de Artà a Son Serra, rindieron ayer un sentido homenaje a la víctima en el lugar del accidente. Más de una veintena de aficionados al ciclismo de su municipio se congregaron a primeras horas de la mañana en el arcén en el que el pasado 11 de noviembre perdió la vida su amigo.

En un acto muy emotivo en memoria del santjoaner, sus allegados depositaron un ramo de flores y luego leyeron un manifiesto en el que destacaron el carácter jovial de Joan Roig. Sus compañeros del grupo de ciclistas, entre ellos varios testigos del atropello mortal, indicaron que él siempre se quedaba con la parte positiva de todo y, que en este caso, tratarían de aprender algo del fatal siniestro. Además, enviaron un mensaje de apoyo para la familia del fallecido y también recordaron al resto de ciclistas que han perecido en las carreteras de la isla a lo largo de este año.

Varios de los asistentes se reunieron para almorzar en Artà, como tenían que hacer el día del accidente, mientras que otro grupo se desplazó a Maria de la Salut, donde se celebraba una carrera ciclista. Allí, los organizadores de la competición entregaron un ramo de flores a los amigos de la víctima en señal de recuerdo y también se guardó un minuto de silencio en memoria de los otros cinco aficionados al ciclismo que han muerto en Mallorca este año tras ser arrollados por turismos.

La muerte de Joan Roig provocó que centenares de vecinos se echaran a la calle. Unas 300 personas se manifestaron el pasado jueves por la tarde frente al juzgado de Manacor para protestar por la puesta en libertad del conductor detenido que arrolló al ciclista y luego se dio a la fuga y cambió la matrícula del coche.