Dos agentes de la Guardia Civil salvaron a un anciano de 79 años de una muerte segura cuando se encontraba a merced del oleaje en la playa de Son Bauló, en Can Picafort. La víctima había sufrido, momentos antes, un percance en su embarcación y cayó al mar de manera accidental.

Los hechos ocurrieron la tarde del jueves. Una patrulla de la Guardia Civil se desplazó a la playa después de recibir un aviso de que una embarcación se encontraba en apuros.

Un anciano pedía auxilio desde su barca encallada en las rocas. En un momento dado, trató de salir de la embarcación por su propio pie. Sufrió un resbalón y quedó a merced del oleaje. La víctima fue golpeada repetidamente contra las rocas.

Los dos agentes se metieron de uniforme en el mar con el agua hasta la cintura. El fuerte oleaje reinante complicó las tareas de rescate. Después de adentrarse unos treinta metros llegaron a la altura de la víctima.

El anciano quedó flotando boca arriba mientras era zarandeado peligrosamente por las olas contra las rocas. Cuando los guardias civiles llegaron a la altura del accidentado, los agentes lo sacaron del agua en estado de shock.

A continuación, el anciano fue trasladado hasta la orilla. No fue preciso practicarle maniobras de resucitación cardiopulmonar. La víctima se recuperó súbitamente sin necesidad de asistencia médica.

Mientras tanto, una patrulla de la Policía Local de Santa Margalida se trasladó también hasta la playa de Son Bauló, en Can Picafort. Durante toda la operación de rescate del anciano que había sufrido un percance en su embarcación, les estuvieron iluminando con sus linternas. No desistieron hasta que los guardias civiles sacaron a la víctima del agua y la condujeron a la orilla.