La Guardia Civil ha detenido a Christian H., de 45 años, por haber hundido intencionadamente un yate en Cala Rajada por encargo del propietario, que pretendía cobrar así 347.000 euros de la compañía de seguros. El dueño, al que se intenta localizar en Alemania, habría pagado 20.000 euros al ahora arrestado para que se deshiciera de la embarcación.

El pasado fin de semana, un pescador de la zona de Cala Rajada, en Capdepera, localizó un barco de 16 metros de eslora semihundido, por lo que avisó a los servicios de emergencia. El Servicio Marítimo y el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil procedieron a una primera inspección de la embarcación y detectaron señales de que podría tratarse de un sabotaje.

El yate fue remolcado hasta Port de Alcúdia, donde tenía su base, y una vez fuera del agua se confirmaron las primeras sospechas de que había sido un intento de hundimiento voluntario.

Los investigadores contactaron entonces con el propietario, de nacionalidad alemana, para informarle de lo ocurrido. El hombre se desplazó de inmediato a Mallorca para denunciar tanto la sustracción del barco como el intento de hundimiento, y declaró que no sospechaba de nadie en concreto.

Sin embargo, las investigaciones de la Guardia Civil de Pollença concluyeron que la última persona que utilizó el barco, unas horas antes de su hundimiento, era el hombre que se encargaba de su cuidado y mantenimiento.

Además, se comprobó que la embarcación estaba asegurada por 347.000 euros y que, a pesar de ser de lujo, presentaba una serie de averías de costosa reparación, según informó ayer el instituto armado. También se pudo conocer que el propietario había pagado 20.000 euros para hacer desaparecer el barco, con la intención de cobrar después la cantidad por la que estaba asegurado.

La Guardia Civil ha detenido ya al encargado del mantenimiento del yate como supuesto autor del hundimiento, acusado de un delito de estafa. Además, los investigadores han contactado con las autoridades alemanas para que localicen y detengan en su país al dueño de la embarcación por el mismo delito.