La autopsia que se le practicó ayer al trabajador senegalés que el lunes apareció muerto en el interior de un aljibe de la finca sa Llapassa, en el término municipal de Llucmajor, confirmó que el hombre falleció ahogado, lo que refuerza la idea de que sufrió un accidente, como sospechaba desde un principio la Guardia Civil.

El fallecido, un trabajador de 42 años, estaba pintando en el interior del aljibe, y desapareció hace dos días. Varios de sus compañeros estuvieron buscándole, hasta que finalmente descubrieron su cadáver en el fondo de la cisterna.

Desde un principio los investigadores de la Guardia Civil apuntaron que el hombre habría sufrido un accidente laboral, extremo que fue ayer confirmado por la autopsia.

Los forenses han confirmado que la muerte se debió a una asfixia por inmersión, al parecer al caer al agua mientras trabajaba en el interior del aljibe.