Un juzgado de Palma ha condenado a una mujer de origen rumano por usar a su hija, de 15 años, y a su nieta, también menor de edad, para mendigar en plena calle, frente a un supermercado de la ciudad. La magistrada le impuso ayer una pena de medio año de prisión como responsable de un delito contra los derechos y los deberes familiares y de abandono de menores. Esta condena se sustituye por una multa de doce meses a razón de dos euros diarios.

La sospechosa, que inicialmente se enfrentaba a una petición de pena del fiscal de un año de cárcel, confesó los hechos ayer al mediodía.

La mujer, defendida por el letrado Sebastià Cantallops, utilizó a su hija y a su nieta, ambas menores de edad, para que pidieran limosna a la salida de un supermercado ubicado en la calle Bonaire, en Palma.

Estos hechos ocurrieron el pasado 29 de julio de 2008, sobre las dos y media de la tarde, cuando varios viandantes se percataron de la presencia de las dos víctimas apostadas en plena calle.

Según el escrito de acusación del ministerio fiscal, las dos menores pasaron bastante rato en la vía pública mendigando hasta que finalmente la acusada, de 45 años de edad, acudió al lugar para recoger la recaudación de la jornada. La Policía Nacional se hizo cargo de investigar el caso.